11 frases de Mafalda con las que recordar el poder de la amistad y del amor

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Anna Pardo

Mafalda es uno de los personajes icónicos de la cultura argentina que ha logrado saltar todas las barreras geográficas. Esta niña ingeniosa, sarcástica, divertida y con un punto ácido en sus reflexiones fue la protagonista de una tira de prensa argentina creada por el humorista gráfico Quino de 1964 a 1973. De hecho, Mafalda es conocida como el “espejo de la clase media argentina y de la juventud progresista” en una época especialmente convulsa en el país latinoamericano.

A través de sus breves historias, Mafalda abordaba temas tan humanos como la paz, las relaciones, la felicidad o la tristeza. Pese a que hace casi 20 años que el personaje de Quino aterrizó en la prensa, gran parte de sus razonamientos siguen ocupando debates en la actualidad. De este modo, el humorista argentino supo captar la esencia y las preocupaciones de los humanos más allá de su contemporaneidad. 

Para muchas de nosotras, Mafalda sigue siendo una fuente de inspiración inacabable. Además de la belleza de sus gráficos (que no esconden gran complejidad, pero sí una profunda creatividad), cada reflexión de la “niña” argentina merece su dosis de atención. En el caso de hoy, nos centramos en las frases sobre la amistad y el amor que, en muchos momentos, dan sentido a nuestra existencia

  • “La amistad duplica las alegrías y divide las angustias por la mitad”.
  • “Las mejores cosas de la vida no se compran: abrazos, descansar, besar, sonreír, amar y amistad”.
  • “Me quedo con la gente sencilla, esa que tiene claro que nadie es más que nadie”.
  • “El amor sin confianza es como un auto sin motor: intentarás empujarlo, pero no te llevará lejos”.
  • “Hay una teoría infalible sobre la amistad: siempre hay que saber qué se puede esperar de cada amigo”.
  • “La amistad puede convertirse en amor. El amor en amistad. . . Nunca”.
  • “La amistad no puede ir muy lejos cuando ni unos ni otros están dispuestos a perdonarse los pequeños defectos”.
  • “Amigas, voy a dormir, porque si me desvelo me arrugo”.
  • “Un cuerpo y bonita cara gustan, pero un corazón humilde y sincero enamora”.
  • “Lo ideal sería tener el corazón en la cabeza y el cerebro en el pecho. Así pensaríamos con amor y amaríamos con sabiduría”.
  • “Algunos me aman por ser como soy, otros me odian por la misma razón, pero yo vine a esta vida a tratar de ser feliz ¡No a complacer a nadie!”.

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