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La despedida de Maxi Rodríguez fue el epicentro de reunión de múltiples figuras del fútbol para rendirle homenaje a un futbolista que dejó su huella en Newell’s y la selección argentina. El subcampeón del mundo en 2014 se retiró como el ídolo que fue en su etapa profesional dentro de un evento que contó con la singular presencia de Lionel Messi en el día de su cumpleaños número 36. Un 24 de junio único en la carrera del rosarino, quien tuvo una charla sin filtro con la Fiera cuando le confirmó el día del encuentro.
En una entrevista con TNT Sports, Maxi reveló ciertos pormenores de la comunicación entre ambos, luego de que esa noticia significaba un cambio de planes en los festejos del mejor jugador del mundo. “Cuando le comenté lo que iba a hacer me puteó un poco porque me dijo ‘boludo, es mi cumpleaños’”. Acto seguido, jugaron con la posibilidad de que la hinchada le cante el feliz cumpleaños y el protagonista remató: “Le dije eso: ‘Qué mejor cumpleaños’”.
“Hubo mucha buena energía. Todo se hizo con amor. Entonces, todos los que vinieron lo hicieron porque lo quieren a uno, porque venir 24 horas a Rosario… Se venían de todas partes y vinieron porque querían compartir el momento”, agregó. Y detalló sobre ese día: “Lo disfruté muchísimo. Me cayó un poco la ficha el día anterior. Ahí me empecé a asustar por todo lo que se estaba generando. Cuando llegué al hotel, había mucha gente y ese sábado ya me dejé llevar. Dejé el teléfono y que sea lo que tenga que suceder”.
La relación cercana con el 10 registró uno de sus picos máximos el 18 de diciembre de 2022. Ese día, Argentina fue campeón del mundo ante Francia en el Estadio Lusail y el ex hombre del Liverpool fue el invitado estrella en el vestuario de la Albiceleste gracias a la contribución de una persona que lo hizo posible. “Iba hablando con los chicos. Me fue a buscar Marito, encima tenía que pasar tres anillos. Yo con el inglés me defendía, pero en algún momento se me bajaba la persiana. En un momento teníamos la seguridad, él se llevó todo puesto y entramos. Era todo muy riguroso. Todos me abrieron las puertas y fue un momento único”, contó sobre la participación del histórico utilero del equipo nacional en la concreción de ese encuentro.
“No me siento campeón del mundo. Me integraron por el cariño que me tienen porque soy amigo de los más grandes, pero no me siento campeón del mundo. Sí lo traté de ser cuando estaba dentro de la cancha con la Selección… A mi me tocó perder la final del mundo del 2014, que hacía años que Argentina no lograba llegar a esa instancia. Viene lo de Rusia y después se termina dando. Me pone contento por Leo, (Nicolas) Otamendi y (Ángel) Di María. Lo merecen porque hicieron todo para ser campeones”, sentenció.
Por otro lado, el jugador retirado de 42 años declaró estar desconectado “por completo” del deporte y aún no se imagina en ninguna función fuera de las canchas, aunque se mantiene más identificado en la formación de jóvenes. “Estaré ligado al fútbol en lo que pueda hacer, tanto en el club como en la Selección. Después, se van abriendo puertas, pero tampoco me quiero apurar. Quiero volcarme al 100%”. Ante la consulta sobre los ofrecimientos recibidos, deslizó la posibilidad de sumarse en algún momento a la estructura de la Celeste y Blanca: “Convivimos mucho tiempo dentro de la selección argentina. Lo he hablado con (Lionel) Scaloni, con quien tenemos una linda relación, con (Javier) Mascherano, que está a cargo de las juveniles, pero yo me retiré hace poco. Me metí en un mundo como el de FIFA, donde viajé mucho, y fui comentarista en Qatar”.
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El gran momento de Sergio Romero en el arco de Boca Juniors: “Cuando hay una definición y está Chiquito, se me viene a la cabeza la imagen de los penales ante Holanda. Es un gran arquero, atajador de penales y, cuando está agrandado, vos sabés que uno te va a atajar”.
Cómo observa a Lionel Messi en sus primeros meses en Estados Unidos: “Está muy tranquilo. Desde un primer momento, se empezó a sentir cómodo y el Inter Miami entendió todo porque le sacaron una bandera con el tema de la familia, que lo iban a tratar bien. La familia, el entorno, él mismo… Lo ves que disfruta al máximo y todo lo que juegue lo va a querer ganar”.
La desconocida historia sobre la clasificación de Newell’s ante Boca por los cuartos de final de la Copa Libertadores 2013: “La noche anterior a la definición ante Boca, estábamos tomando un café y (Nahuel) Patón Guzmán salta de la nada para decir: ‘Si mañana vamos a los penales y patea Román, me voy a quedar parado’. Nosotros los miramos como diciendo: ‘Te cagamos a trompadas, ¿qué estás diciendo?’. Lo dijo dos o tres veces. Llegó la tanda y lo mirábamos al Patón. El primer penal se lo ataja a Román y, en el segundo penal, se me acerca y me dice: ‘Sé que no estás nervioso Fiera, pero te voy a contar un cuento’. Y me empieza a contar uno. Lo miro, me empiezo a reír y digo éste no está bien de la cabeza. ¿Si pateé más tranquilo? Si éste está así, me relajo y pateo”.
Aplausos a Di María en su despedida: “Me saco el sombrero con la gente de Newell’s porque, como dijo Fideo en una entrevista, yo estaba cagado porque no sabés cómo puede reaccionar la gente. Sabía que no lo iban a insultar, pero fue increíble la ovación que se llevó. Él y su familia estaban un poco preocupados”.
La anécdota en su homenaje con Gabriel Heinze: “Subí una foto cuando el Gringo me pega una patada de atrás, haciendo lo que hace el Gringo: pegar patadas. Se hace el lírico, pero no lo es. Yo dije ‘no me va a pegar si era la noche mía’. Me revolcó, me hizo comer pasto y después Leo hace un golazo de tiro libre”.
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