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El 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer, una fecha importante donde se conmemora y reivindica los derechos de las mujeres en la búsqueda de igualdad de genero. Este día es un buen momento para compartir frases reivindicativas y felicitar a las mujeres que conocemos por su logros y por los derechos que se van adquiriendo a lo largo de los años. Si necesitas inspiración o ideas para conmemorar esta fecha especial, aquí compartimos poemas con espíritu de empoderamiento y sobre todo de reconocimiento a las mujeres. Que puedes dedicar, cualquier otro momento.
Poemas para celebrar el Día de la Mujer
En perseguirme mundo, ¿qué interesas? – Sor Juana Inés de la Cruz (1648 – 1695)
En perseguirme, Mundo, ¿qué interesas?
¿En qué te ofendo, cuando sólo intentoponer
bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?
Yo no estimo tesoros ni riquezas;y así,
siempre me causa más contentoponer
riquezas en mi pensamiento que
no mi pensamiento en las riquezas.
Y no estimo hermosura que, vencida,
es despojo civil de las edades,
ni riqueza me agrada fementida,
teniendo por mejor, en mis verdades,
consumir vanidades de la vida
que consumir la vida en vanidades.
Balada en honor de las musas de carne y hueso – Rubén Darío (1867-1916)
Nada mejor para cantar la vida,
y aun para dar sonrisas a la muerte,
que la áurea copa donde Venus vierte
la esencia azul de su viña encendida.
Por respirar los perfumes de Armida
y por sorber el vino de su beso,
vino de ardor, de beso, de embeleso,
fuérase al cielo en la bestia de Orlando,
¡Voz de oro y miel para decir cantando:
la mejor musa es la de carne y hueso! […]
Agua y mujer – Juan Ramón Jiménez (1881-1958)
¿Qué me copiaste en ti,
que cuando falta en mí
la imagen de la cima,
corro a mirarme en ti?
La armadura – Alfonsina Storni (1892-1938)
Mujer: tú la virtuosa, y tú la cínica,
Y tú la indiferente o la perversa;
Mirémonos sin miedo y a los ojos:
Nos conocemos bien. Vamos a cuentas.
Bajo armadura andamos: si nos sobra
El alma, la cortamos; si no llena,
Por mengua, la armadura, pues, la henchimos:
Con la armadura andamos siempre a cuestas.
¡Armadura feroz! Mas conservadla.
Si algún día destruirla pretendierais,
Del solo esfuerzo de arrojarla lejos
Os quedaríais como yo, bien muertas.
Mujer con alcuza – Dámaso Alonso (1898-1990)
[…] Y ha viajado noches y días,
sí, muchos días,
y muchas noches.
Siempre parando en estaciones diferentes,
siempre con una ansia turbia, de bajar ella también, de quedarse ella
también,
ay,
para siempre partir de nuevo con el alma desgarrada,
para siempre dormitar de nuevo en trayectos inacabables. […]
Puedo escribir los versos más tristes esta noche – Pablo Neruda (1904-1973)
[…] Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche esta estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido. […]
La mujer y la casa – José Lezama Lima (1910-1976)
Hervías la leche
y seguías las aromosas costumbres del café.
Recorrías la casa
con una medida sin desperdicios.
Cada minucia un sacramento,
como una ofrenda al peso de la noche.
Todas tus horas están justificada
sal pasar del comedor a la sala,donde están
los retratosque gustan de tus comentarios […]
Si Dios fuera mujer – Mario Benedetti (1920-2009)
¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabezay dijéramos sí con las entrañas.
Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,sus labios no de yeso. […]
Ca Fosgari – Cristina Peri Rossi (1945)
Te amo como mi semejante
mi igual mi parecidade esclava a esclava
parejas en la subversiónal orden domesticado.
Te amo esta y otras noches
con las señas de identidad
cambiadascomo alegremente cambiamos nuestras ropas
y tu vestido es el míoy mis sandalias son las tu
yascomo mi senoes tu seno
y tus antepasadas son las mías.
Hacemos el amor incestuosamente
escandalizando a los peces
y a los buenos ciudadanos de este
y de todos los partidos.
A la mañana, en el desayuno,
cuando las cosas lentamente vayan despertando
llamaré por mi nombrey tú contestarás alegre,
mi igual, mi hermana, mi semejante
Y Dios me hizo mujer – Gioconda Belli (1948)
Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,ojos,nariz y boca de mujer.
Con curvasy plieguesy suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,el instinto.
Todo lo que creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días
por las que me levanto orgullos a
todas las mañanas
y bendigo mi sexo.
Eres más que belleza – Rupi Kaur (1990
Quiero disculparme con todas las mujeres
a las que he llamado bonitas
antes de haberlas llamado inteligentes o valientes.
Lamento si hice sonar que
algo tan simple como con lo que se nace,
es de lo que tienes que estar más orgullosa,
cuando es tu espíritu el que ha aplastado montañas.
De ahora en adelante, voy a decir cosas como eres resistente
o eres extraordinaria,
no porque crea que no eres bonita,
sino porque eres mucho más que eso.
Yo no tengo soledad – Gabriela Mistral (1889)
Yo no tengo soledad
Es la noche desamparo de las sierras hasta el mar.
Pero yo, la que te mece, ¡
yo no tengo soledad!
Es el cielo desamparo
si la luna cae al mar.
Pero yo, la que te estrecha,
¡yo no tengo soledad!
Es el mundo desamparo
y la carne triste va.
Pero yo, la que te oprime,
¡yo no tengo soledad!
Es la mujer del hombre lo más bueno – Lope de Vega
“Es la mujer del hombre lo más bueno,
y locura decir que lo más malo,
su vida suele ser y su regalo,
su muerte suele ser y su veneno.
Cielo a los ojos, cándido y sereno,
que muchas veces al infierno igualo,
por raro al mundo su valor señalo,
por falso al hombre su rigor condeno.
Ella nos da su sangre, ella nos cría,
no ha hecho el cielo cosa más ingrata:
es un ángel, y a veces una arpía.
Quiere, aborrece, trata bien, maltrata,
y es la mujer al fin como sangría,
que a veces da salud, y a veces mata”. […]
A mujer que camina – Basilio Sánchez
“La mujer que camina delante de su sombra.
Aquella a quien precede la luz como las aves
a las celebraciones del solsticio.
La que nada ha guardado para sísalvo su juventud
y la piedra engarzada de las lágrimas.
Aquella que ha extendido su pelo sobre el árbol
que florece en otoño, la que es dócila las insinuaciones de sus hojas.
La mujer cuyas manos son las manos de un niño.
La que es visible ahora en el silencio,
la que ofrece sus ojos
al animal oscuro que mira mansamente.
La que ha estado conmigo en el principio,
la mujer que ha trazadola forma de las
cosas con el agua que oculta”.
Mujer – Rosalía de Castro
Ángel, tu voz me da alegrías
llega a mi agitado seno
como raudal puro y lleno
de secretas armonías.
Murmurios siento de amor
inefable, y me parece
que ancho río en torno crece
con suavísimo rumor.
Sus aguas son como el cielo,
azules, cada onda leve,
pureza de blanca nieve,
muestra con casto recelo.
Y salpicando mi frente
de nubes oscuras llena,
cada gota una azucena
hace brotar de repente.
¡Ésta es la paz!… La comprendo
ahora, por vez primera.¡
Quién, ángel, contigo fuera
las esferas recorriendo!
Mas yo en el mundo… y tú allá…
vives, ángel, junto a Dios,
somos distintos los dos:
tú eres luz, yo oscuridad.
Eres de un mundo mejor
que éste en donde yo nací;
gloria es amar, para ti;
para mí, sólo dolor.
Hijas del viento – Alejandra Pizarnik
Han venido.Invaden la sangre.
Huelen a plumas,a carencia,
a llanto.Pero tú alimentas al miedo
y a la soledad
como a dos animales pequeños
perdidos en el desierto.
Han venido
a incendiar la edad del sueño.
Un adiós es tu vida.
Pero tú te abrazas
como la serpiente loca de movimiento
que sólo se halla a sí misma
porque no hay nadie.
Tú lloras debajo de tu llanto,
tú abres el cofre de tus deseos
y eres más rica que la noche.
Pero hace tanta soledad
que las palabras se suicidan.
Él era débil y yo era fuerte – Emily Dickinson
Él era débil y yo era fuerte,
después él dejó que yo le hiciera pasar
y entonces yo era débil y él era fuerte,
y dejé que él me guiara a casa.
No era lejos, la puerta estaba cerca,
tampoco estaba oscuro, él avanzaba a mi lado,
no había ruido, él no dijo nada,
y eso era lo que yo más deseaba saber.
El día irrumpió, tuvimos que separarnos,
ahora ninguno de los dos era más fuerte,
él luchó, yo también luché,
¡pero no lo hicimos a pesar de todo!
Solterona – Sylvia Plath
Esta chica de quien hablamos
en un paseo de abril ceremonioso
con su último pretendiente
súbitamente se asombró muchísimo
del charlar de los pájaros
y las hojas caídas.
Así, afligida, ella
vio que los ademanes de su amante
agitaban el aire y se irritó
entre el caos de flores y de helechos
acres. Juzgó los pétalos
confusos, la estación ajada.
¡Cómo deseó el invierno!
Austeramente, en orden minucioso
de blanco y negro
de hielo y roca, todo deslindado,
de corazón a fría disciplina
sometió, exacto cual copo de nieve.
Pero he aquí: un capullo
de sus cinco sentidos de gran dama
una grosera confusión deduce:
traición intolerable. Que el idiota
se rinda al caos de la primavera:
prefirió retirarse.
Y rodeó su casade alambradas y muros impasables
contra el tiempo rebelde
tanto que nadie lo rompiera
con maldiciones, puños, amenazas,
ni con amor tampoco.
La pescadora – Concha Méndez
No quiero la pipa curva,
ni tu pañuelo bordado,
ni las rosas -los domingos-
ni el cestillo con pescado.
Y, marcharé de este puerto
hacia otro puerto distante
para que decir no puedas:
-¡La pescadora es mi amante!
Cultura del palimpsesto – Ida Vitale
Todo aquí es palimpsesto,
pasión del palimpsesto:
a la deriva,
borrar lo poco hecho,
empezar de la nada,
afirmar la deriva,
mirarse entre la nada acrecentada,
velar lo venenoso,
matar lo saludable,
escribir delirantes historias para náufragos.
Cuidado:
no se pierde sin castigo el pasado,
no se pisa en el aire.
Si muriera esta noche – Idea Vilariño
Si muriera esta noche
si pudiera morir
si me muriera
si este coito feroz
interminable
peleado y sin clemencia
abrazo sin piedad
beso sin tregua
alcanzara su colmo y se aflojara
si ahora mismo
si ahora
entornando los ojos me muriera
sintiera que ya estáque ya el afán cesó
y la luz ya no fuera un haz de espadas
y el aire ya no fuera un haz de espadas
y el dolor de los otros y el amor y vivir
y todo ya no fuera un haz de espadas
y acabara conmigo
para mí
para siempre
y que ya no doliera
y que ya no doliera
¿Por qué se celebra el Día de la Mujer?
El Día de la Mujer se celebra el 8 de marzo en conmemoración de un hecho histórico en 1908, donde 129 mujeres y 23 hombres perdieron la vida en un incendio en una fábrica de algodón, en Nueva York, tras declararse en huelga con permanencia en su lugar de trabajo.
Luego de un año, en 1909, se celebró por primera vez el Día Nacional de la Mujer en Estados Unidos, y en 1910, se declara el Día Internacional de la Mujer o Día de la Mujer Trabajadora, por ser un día dedicado a la lucha por la igualdad de derechos en todos los ámbitos.
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