Análisis The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom

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Zelda Tears of the Kingdom Boxart

¿Y cómo empiezo yo esto ahora? Mmmm… ¡OK! Sí. Es el GOTY indiscutible de 2023. 10 de 10. Ale, ya está, ¡¡¡todo el mundo a seguir jugandooo!!! Así que no hace falta que sigas leyendo este análisis de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, pues básicamente vas a encontrarte un desfile de halagos hacia el que ha sido para mí uno de los viajes más importantes de mi vida en el mundo de los videojuegos… y más allá. Más de 200 inolvidables horas de juego me acompañan a la hora de escribir estas líneas, en la que ha sido la mayor aventura que he jugado. EH, ¡y por mis manos han pasado unas cuantas!

 

¿Con sus defectos? Por supuesto. A día de hoy no he visto nada en este mundillo que no los tenga y, bueno, toda aventura tiene sus altibajos. Pero, como ha ocurrido con otros análisis a los que me he enfrentado, hay virtudes con la capacidad de eclipsar aquellos problemas que puedas encontrar en un videojuego. Ya sabes: no todo es blanco, o negro.

 

Pese a que en un análisis no nos gusta caer en demasiadas comparativas, es imposible tratar este videojuego sin mencionar su antecesor. Hay quién dice animaladas como «se come con patatas», o «lo deja a la altura del betún», como si esto se tratara de una competición en la que hay que abochornar a Breath of the Wild. Ten por seguro que no estaríamos hablando de Tears of the Kingdom si su primera entrega no hubiera sido tan gloriosa…  Es más, ¡no existiría sin él!

¡Materiales en vídeo!

A lo largo de este análisis encontrarás varios vídeos publicados en nuestro canal de YouTube. Justo a continuación tienes nuestra primera «Teartulia», donde me reuní con mi compañero «Efejota«, todo un experto en materia. Comenzando el sábado 13 de mayo, es decir, un día después del lanzamiento, nos juntamos en cuatro ocasiones para charlar durante una hora de aspectos clave de este videojuego. Los otros vídeos, son mis primeros gameplays donde pude disfrutar junto a nuestros seguidores de mi aventura. Aprovecho para dar las gracias a todos los que pudieron acompañarme durante este viaje, incluso a aquellos no pudieron estar en la batalla final (por razones obvias).

 

 

ADVERTENCIA: los vídeos incluidos en este análisis pueden contener spoilers, mientras que en el texto e imágenes hemos tratado realizar el menor número de referencias posibles a detalles del juego.  

 

Libertad, pero no una sin sentido

Libertad. Libertad para hacer lo que te de la gana, desde casi el comienzo. Suena bonito, ¿no? Pues realmente, no es tan así. Si hay algo que aconsejaría a alguien que fuese a empezar de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, es que disfrute de esa libertad, y también que no se olvide que tiene una responsabilidad con Hyrule. ¡Este reino no se va a salvar solo! Avanzar por la historia principal, e incluso secundarias, es algo muy necesario para precisamente disfrutar de la mayor de las libertades.

 

Si echáramos la vista atrás, a juegos del pasado de la saga, nos encontraríamos en ellos con una estructura infinitamente más rígida. Es decir, podías avanzar por el mapeado pero, de repente, te encontrabas un obstáculo insuperable y la certeza de «más tarde tendré que volver cuando consiga aquello que me permita superarlo». Ese tipo de barreras fueron eliminadas en Breath of the Wild, y en este caso se ha continuado con esa misma estructura. Sin embargo, avanzar en la historia te permitirá llegar más lejos.

 

 

No se trata de conseguir un martillo que te ayude a machacar un objeto muy concreto que bloquea tu camino, o hacerte con un lanzagarfios para apuntar a esa diana que ves desde el principio del juego, y transportarte de un tirón hacia ella (sin perder el brazo por el camino). Simplemente, contar con un número mayor de corazones te permite enfrentarte a desafíos más grandes, tener más resistencia poder escalar más alto o planear con la Paravela más lejos, etc. Hasta aquí, igual que en el capítulo anterior. La cosa se pone más interesante cuando hablamos de la energía Zonnan, pues comenzamos con muy poquita desde el principio. De eso, ya hablaremos luego.

 

El sistema de misiones está muy bien planteado. Encontrarás algunas que se marcan en el mapa, indicándote el lugar exacto al que debes ir, y también las hay que no te llevan tanto de la mano, fomentando la investigación y la curiosidad del jugador.

 

Puede que el fan de toda la vida eche de menos esa progresión basada en objetos, pero no se puede negar que la esencia de la necesidad de avanzar continúa ahí, de otra forma, de cara a centrarla en la exploración para tratar que los objetos no la limiten desde un principio. Pues cierto es que los 3 corazones del inicio frenarán a unos jugadores, pero no será una limitación para otros, como también el ingenio puede ayudarnos a superar la escasez de energía. Se podría decir que los límites siguen ahí, pero las reglas del juego han cambiado, a favor de una experiencia renovada, más dinámica y accesible.

 

La definición de aventura, hecha videojuego

Como decía al principio, en mi caso he acumulado más de 200 horas de juego en Tears of the Kingdom, en las que he hecho… ¡lo que me ha dado la gana! Ni os imagináis lo que he llegado a disfrutar gracias a esto. La cuestión es que en casa somos tres jugadores de Zelda, y no sabéis lo bonito que ha sido comprobar que somos tremendamente diferentes. Cada uno tiene su forma de jugar, de afrontar obstáculos, de organizarse. A la hora de charlar, respetando no desvelar secretos unos a los otros (algo que a veces fue todo un reto) nos dábamos cuenta de que la aventura de uno, no tenía que ver con la de otro. Y eso es simplemente… mágico.

 

 

Esto no es algo exclusivo que consigan los dos últimos capítulos de la serie hyliana. En Nintendo Switch podemos citar grandes aventuras como The Witcher 3 o The Elder Scrolls V: Skyrim, pues en ese sentido consiguen lo mismo. Hablamos de dos joyas del mundo de los videojuegos, con virtudes que Tears of the Kingdom no puede ensombrecer… ni tampoco es que lo pretenda. El videojuego de Nintendo cuenta con una poderosa identidad propia que, además de hacerlo compatible con estas experiencias, hace que jugarlo sea algo totalmente fresco, y no digamos divertido.

 

Esta Hyrule me suena… pero solo eso

Echa a correr por esa pradera, hasta alcanzar esa conocida montaña lejana. ¿Conocida? Claro, «la recorrí mil veces en Breath of the Wild». Cuando llegues a ella verás que, realmente, es la primera vez que has estado ahí. Si miras al cielo, encuentras estructuras en la lejanía invitando a ser exploradas. Al bajar la vista, y mirar un poco más allá, una tenebrosa grieta te sugerirá que la atravieses para llegar a las entrañas de la tierra. Mmmmm… o, espera… ¿Ese hueco entre las rocas de la montaña estaba ahí antes?

 

 Análisis Zelda Tears of the Kingdom review
Las grietas repartidas por el mundo te dan acceso a lo más profundo de Hyrule

 

La Hyrule que tan bien conocías de Breath ot the Wild se ha transformado por completo. De un vistazo puede parecer la misma, mientras que el factor exploración se ha multiplicado por «1000». Tras haber jugado, es incluso gracioso ver cómo algunos, sin jugarlo, criticaban que Nintendo nos estaba vendiendo un DLC o «el mismo juego 2». Gracioso, de soltar una carcajada, porque el mundo ha crecido de forma demencial.

 

De todas formas, sobre la propia superficie de Hyrule, la conocida, creo que el efecto conseguido es verdaderamente genial. Solo imagina la situación, por ejemplo, de volver a tu ciudad natal tras una década. Visitar sus calles, comprobar que algunas tiendas que conocías han cerrado, otras han abierto. El vecino gruñón de siempre, sigue ahí, esa otra persona a la que apreciabas, ya no está, no hay rastro de ella. También han desaparecido edificios que vestían el paisaje urbano… parques y centros comerciales han surgido de la nada. Eres un extraño en una tierra que te vio crecer.

 

 

No han pasado tantos años desde que Link abandonó Hyrule, pero sí que muchas personas lo tratan como un extraño. Al héroe de Hyrule, ¡al salvador del mundo! Y la sensación de pasear por este reino, que ha conseguido evolucionar desde la era del Cataclismo, es tan nostálgica como extraña, haciendo que nos parezca que por primera vez estemos recorriendo este mundo. Esto en gran parte es intencionado, dado que Nintendo quiere también que los jugadores para los que esta es su primera aventura, no sientan que no pueden jugar a este título sin haber conocido anteriores capítulos de la saga.

 

En dos líneas podría contarte la historia principal

No se habla en Hyrule de otra cosa. La princesa ha desaparecido, y los Zonnan, una raza extinta de la que muy poca gente conocía su existencia… ¡están en boca de mucha gente! De hecho, parece que en la historia antigua de Hyrule tan solo hubieran ocurrido unos pocos acontecimientos, pues a la hora de hablar de este reino, la gente solo habla de estos sucesos ocurridos en los albores de la historia.

 

Pese a «la que está cayendo», las razas que pueblan Hyrule desprenden humor, gracia y energía por los cuatro costados.

 

Si volvemos a los citados Skyrim y Witcher 3, la forma en la que se plantea el argumento principal y las subtramas es muchísimo más rica. Puedes bucear en la historia de estos reinos, conocer infinidad de acontecimientos pasados, leyendas, rumores… Volviendo a Tears of the Kingdom, todo esto es muchísimo más básico, centrándose todo más en las preocupaciones de las gentes de Hyrule. En comparación, durante tu aventura no sientes «un paso del tiempo», sino más bien como si estuvieras en la película «Atrapado en el tiempo» viviendo un día de la marmota, en el que sí, existe un avance, pero también un reinicio constante. Pero, ¿es esto algo malo? No lo creo. Aquí tan solo nos hemos detenido a comparar la forma en la que otras aventuras afrontan su progreso argumental.

 

El realidad, podríamos narrar los acontecimientos de la historia principal de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom en unas pocas líneas, con todo lujo de detalles. Son muy básicos, e incluso en algunas cuestiones repetitivos; aquí no entraré en detalles, debido a que no quiero ahondar en nada que pueda considerarse spoiler. La cuestión es que es algo totalmente intencional y que, no ha privado a Nintendo de ofrecer una leyenda épica con momentos que nos pondrán la piel de gallina y un final de derramar lágrimas.

 

Sin embargo, a mí me gusta pensar que, en este «tipo de juegos», la verdadera historia es la de tu propio viaje por su mundo. Hay universos en los que esas historias son más o menos apasionantes, y la de este título es de las que más que he disfrutado en toda mi vida.

 

Cosas por hacer para nunca aburrir

Leído el anterior apartado, podría parecer que no hay trama de la que tirar o historias que descubrir. Y ni mucho menos. Tears of the Kingdom es un pozo de horas, de esos en los que no sirve de mucho establecerte unas metas para una sesión de juego. En mi caso, las primeras 20 horas las jugué sin hacer caso alguno de lo que me dijeron que «debía» hacer al principio. Hay que decir que me arrepentí al descubrir que, de haber seguido un poquito la historia, muchas cuestiones a las que me enfrenté habrían sido, si no más sencillas, más placenteras. Pero no veas como me lo pasé.

 

Análisis Zelda Tears of the Kingdom review
Las primeras veces que ves al «Kolog cansadito», o al tío de los carteles, te preguntas si Nintendo no podría haber sido más original aquí. Esa sensación desaparece tras transportar (o torturar) a tropecientos kologs para llevarlos con sus amiguitos perdidos

 

Por supuesto, cada jugador es un mundo. Y como decía anteriormente, haber jugado tres personas diferentes a la vez al mismo juego (sí, teníamos dos cartuchos que han rotado constantemente por nuestras tres consolas), es algo que me lo ha demostrado. En mi caso, me gusta tirar por donde primero pille, para ver hacia a dónde me llevan mis piernas… y eso se convirtió en un sin parar de horas enlazando unas cosas y otras. Es decir… venga, voy a poner rumbo a ese pueblo que se ve a lo lejos. Uy, una batalla, no la esquivo. Mmmm… una cueva, hay que explorarla. Una grieta, hay que tirarse por ella. Y cuando no es el subsuelo, es el cielo… la exploración entre las tres capas de Hyrule es tan distinta, que se convierte en algo superdinámico y divertido.

 

Por tierra, mar, subsuelo y aire, ¡sobre tus cacharros Zonnan!

Hyrule cuenta con tres capas, y cada una de ellas esconde sus propios secretos. El cielo es como una especie de rompecabezas en el que tendrás que ingeniártelas para conectar zonas fracturadas con tu paravela, y «otros medios». El subsuelo es «casi» tan accidentado como la superficie, con el giro de tuerca de avanzar por la oscuridad mientras tratas de hacer que el aura maligna no termine con tu vida. La sensación de estar en un sitio u otro, cambia por completo la jugabilidad, permitiéndote alternar con lo que más te apetezca en todo momento.

 

Análisis Zelda Tears of the Kingdom review
A la escalada, se suma la espeleología. Es una verdadera gozada explorar las cuevas… ¡Podríamos hablar largo y tendido! Pero mejor que lo descubras por ti mismo…

 

Lo cierto es que lo que vas a encontrar en el subsuelo es más básico de lo que podrías esperar. No es lo más bonito de esta Hyrule, y podría pecar de ser incluso repetitivo… si no sabes ver más allá. Cuando estás explorándolo, algo se adueña de ti y te empuja a ir más, y más allá, tratando de avanzar para desvelar todos sus secretos. Cierto es que encontrarás muchas batallas, que son en realidad la misma una y otra vez, pero incluso la búsqueda de zonnanio, mineral muy preciado en este videojuego, es algo tremendamente adictivo. En serio, ¡es un no parar! Y la mecánica del aura maligna que va mermando tu vida puede convertirse en un reto muy interesante para el jugador. 

 

Playas paradisíacas, montes nevados, cuevas repletas de lava borboteante… y también espacio para las sorpresas en un mundo la mar de variado

 

Los cacharros Zonnan en cuestión y las físicas hylianas

El giro de tuerca en la exploración lo aportan las construcciones que creamos por medio del poder Ultramano, así como los propios artilugios Zonnan que encontraremos por todo el mundo. En este sentido, en tu imaginación «casi casi» está el límite, pues puedes ir a lo sencillo, y crear vehículos o estructuras básicas que te sirvan para sortear obstáculos o cubrir distancias, o bien crear artefactos más complejos. Si te paseas por Twitter en busca del hashtag del juego… vas a encontrar estructuras de lo más locas e inesperadas.

 

Si volvemos la vista hacia Breath of the Wild, incluso hasta hace poco hemos visto como la gente descubría nuevas cosas que hacer con las físicas y objetos que había en su mundo. Nos queda claro que Eiji Aonuma y su equipo querían potenciar esta faceta por medio de los artilugios Zonnan… y desde luego, sin ver los tráilers donde aparecían las primeras pistas, no creo que hubiera nadie que pudiera imaginar que la jugabilidad de Tears of the Kingdom iba a ir por ahí. Aunque, en realidad, este sistema es una extensión vitaminada de las imaginativas creaciones realizadas por los jugadores de Breath of the Wild; entonces, la gente consiguió surcar los cielos de formas que Nintendo no tuvo en cuenta. ¡Y fue tremendamente divertido!

Análisis Zelda Tears of the Kingdom review
Al menos para mí, lo más frustrante de Tears of the Kingdom es morir y que ese cacharro que has estado construyendo un buen rato desaparezca sin dejar rastro.

 

Con ese «casi casi» del principio os diremos que, por supuesto, límites los hay. No puedes juntar todos los objetos que quieras y la distancia a la que desaparecen es más reducida  de lo que nos gustaría… aunque hay trucos para mejorarla. Por ejemplo, si juntas un par de troncos, o «casi cualquier» otra cosa, y te alejas varias decenas de metros, cuando vuelvas comprobarás tristemente que tu estructura ha desaparecido. Esta distancia se multiplica si le sumamos un timón e incluso hay otros trucos para hacer que sea mucho mayor (¡descúbrelo!). También está la limitación de que algunos objetos voladores desaparecerán, sí o sí, tras cierto tiempo de uso. Todo esto puede crear cierta frustración… pero de no estar estos últimos límites, la exploración dejaría de ser tan interesante.

 

Análisis Zelda Tears of the Kingdom review
El sistema de construcción de vehículos (o de lo que quieras) es muy básico, pero funciona muy bien, pero podría ser solo un anticipo de lo que podría llegar en un futuro. ¡Quizás Tears of the Kingdom solo esté rascando la capa inicial de lo que nos espera!

El regreso de los Santuarios

No es que exista un contexto lógico para repartir decenas de santuarios para que el héroe de Hyrule pueda recuperar su poder, y así enfrentarse al Rey Demonio (sí, es intencionado lo de no mencionar a Ganondorf, por ahora, en este análisis). Según parece, querían que ese poder no cayera en manos de cualquiera, por lo que dijeron «vamos a repartir puzles de habilidad y lógica y pruebas de combate por todo el mundo». No hay que darle muchas vueltas a esto.

 

Hacer un Santuario es como comer pipas. Algo (muchas veces) rápido, adictivo… ¡no puedes parar!

 

Entre los que me he cruzado en mi aventura, diré que los recuerdo más complicadetes en el anterior título. Alguno me ha hecho pensar unos minutos, más que nada para aprender el manejo de alguna nueva mecánica, pero no he encontrado demasiada dificultad. ¿Quizás no he pasado por los más difíciles? Es posible, pues en mis 200 horas, he de decir que todavía me quedan muchos por ver; eso sí, parece que no hay puzles de control por movimiento, como sí había en el anterior videojuego.

 

Análisis Zelda Tears of the Kingdom review
Entras en un Santuario. Lees un enunciado que te ofrece una pista. Sigues caminando, sin saber lo que vas a encontrar y, de hecho… ¿¡qué es lo que quieren que hagas aquí!? Entonces… ¡ZAS! ¡Todo encaja! Esa sensación es una de las grandes recompensas para el jugador

 

Lo que me parece toda una genialidad es que, si bien una solución puede parecer la lógica, o bien puede que no la encuentres dándole vueltas, habrá muchas ocasiones en las que te sentirás todo un tramposo, por no haber completado un Santuario como sus creadores habrían querido. Y resulta… que nada más lejos de la realidad, pues bien seguro que es algo totalmente intencionado por parte de Nintendo. Charlar con alguien sobre la solución de un Santuario, y ver que lo habéis hallado una (a veces alocada) solución diferente… es algo simplemente genial. Ni qué decir lo recompensante que es, en lo personal, superar los desafíos de algunos santuarios.

 

Análisis Zelda Tears of the Kingdom review
Infinidad de santuarios se centran en el sistema de construcción. ¿Qué ocurriría si elimináramos dicho sistema del juego? Seguiría siendo una aventura increíble, pero mucho menos divertida. Esta foto no es de un Santuario, pero sí de algo que no podía salir bien de ninguna de las maneras.

 

Y los templos también de vuelta, que vienen a ser las Bestias Divinas… ¿Cómo afecta Infiltración?

Una de las grandes quejas de Breath of the Wild, era la ausencia de las clásicas mazmorras o templos. Y sí, en Tears of the Kingdom volvemos a tener «Templos». Así los nombran, aunque, a mi parecer, no son otra cosa que una alternativa a las Bestias Divinas. Superarlas requiere de cierta habilidad con los puzles, tal y como sucedía con los templos de antaño, pero el nivel de desafío es mucho menor, así como la forma de afrontar la exploración de un Templo es completamente diferente con respecto a lo que conocíamos en la saga, dado que son recintos mucho más abiertos que lo que estábamos acostumbrados.

 

Análisis Zelda Tears of the Kingdom review
En este apartado tocaría una imagen de un Templo… pero, como queremos que los descubras por ti mismo… ¡ahí te va un toro!

 

Aquí entra en juego uno de los poderes de Link para esta aventura: la Infiltración. Con esta habilidad podremos colarnos por infinidad de «techos» y plataformas superiores, haciendo que crear una mazmorra como las de antaño fuese algo completamente imposible, pues se basaban mucho en bloquear zonas con puertas que precisaban de llaves repartidas por cofres, enemigos, etc., también de empujar objetos para desbloquear obstáculos, buscar acertijos… y esto último es lo que se ha mantenido, con la adición de tener que superar entresijos por medio precisamente de la Infiltración y las nuevas habilidades de Link como manitas a la hora de construir artilugios. Y, por supuesto, el combate.

 

Combate evolucionado

La jugabilidad en materia de combate también es algo que ha crecido exponencialmente. Esto se podría resumir a que ahora contamos con más armas para enfrentar a muchos más enemigos (caras conocidas, caras nuevas), de una variedad de formas, lo que incluye hacer uso de artilugios Zonnan o armas unidas entre sí por medio de uno de los nuevos poderes de Link: la Combinación.

Ver también

 

Análisis Zelda Tears of the Kingdom review
Aquí un viejo amigo de Breath of the Wild. Los Hinox son muy enormes, pero nada terribles cuando les pillas el truquillo

 

Aunque lo cierto es que, pese a que hay una gran variedad de armas, los tipos son en realidad lo que escasea. Es decir, aparte del socorrido (y GENIAL) arco para las distancias, de tipos diferentes tenemos el puñal / espada (prácticamente se manejan igual), el mandoble, la lanza, y si me apuras el pesado machacarrocas (que prácticamente es un mandoble).

 

Lugarteniente bokoblin
Una cuestión interesante es que los bokoblin, moblin, etc., que nos aparecen son más duros de vencer dependiendo de nuestra habilidad y avance. Muchas veces, el verdadero reto está fuera del camino principal.

 

Me habría gustado ver un tipo de jugabilidad más variada entre el uso de cada una de ellas, mientras que lo que aporta la diferencia es precisamente lo que combines con ellas. Esto puede ser, desde otras armas, a montones de cosas que te encuentres por Hyrule. Así pues, puedes crear una espada unida a un trozo de mantequilla, algo que sin duda será gracioso, pero si realmente quieres crear un arma potente, haz uso de las partes de monstruos que vayas consiguiendo. ¿Y qué tal combinarlos con artículos Zonnan? Dependiendo de lo que combines, incluso podría transformarse en una útil herramienta.

 

Tears of the Kingdom te permite ser muy creativo… ¡pero no es algo que te exija para completarlo! Puedes tirar de las construcciones más simples para superar algunos obstáculos, o incluso complicarte la vida sin necesidad haciendo las cosas más divertidas.

 

Desde el anterior título, la jugabilidad en el terreno del combate es más variada y ha evolucionado, pero no tanto el combate en sí. Hay que decir que el sistema era de por sí muy bueno, y no está bien tocar demasiado algo que funciona. Son precisamente las combinaciones lo que añaden una muy rica salsa adicional, pues ahora incluso los escudos pueden convertirse en objetos ofensivos.

 

¡Grandes dosis de farmeo y crafteo!

¿Armas con partes de monstruos? ¿Es que es esto Monster Hunter? No exactamente. Lo primero que choca al ver un Bokoblin, es que su cuerno ahora es más visible… y es que justo lo conseguirás como trofeo al derrotarlo. Link es un coleccionista de partes de enemigos, haciéndose con sus vísceras o incluso extremidades, para luego crear armas, recetas o incluso mejorar armaduras.

 

Análisis Zelda Tears of the Kingdom review amiibo
¿Filetes cayendo del cielo? Sí, ¡gracias a la amiibo de Link Lobo! Las figuras de Nintendo te ofrecerán recompensas que te serán de ayuda en tu viaje, pero las verdaderamente interesantes son las de la serie The Legend of Zelda. ¡Tú solo haz la prueba!

 

Gran parte del juego te la pasas desechando aquellas armas que no te interesen, dado que has encontrado más potentes, o no deterioradas. Me sé de muchos jugadores que odian que las armas tengan durabilidad (y no digamos que en sí estén deterioradas por el aura maligna), mientras que esta mecánica aporta mucha miga al juego, gracias a la combinación con objetos, y esa búsqueda constante de mejorar tu equipamiento.

 

Desafiando las posibilidades de Nintendo Switch

¿Sabes qué? Me habría encantado conocer la Hyrule antes de la guerra que la dejó en ruinas. Es algo con lo que quizás nos sorprendan en un futuro. Diseñar un reino en escombros es algo más sencillo que tener que repartir pueblos y ciudades por aquí y por allá. Desde el anterior título, su mundo ha cambiado, tiene más vida y lugares que visitar, es mucho más bonito de ver. 

 

Análisis Zelda Tears of the Kingdom review
Regresar a lugares que creías conocer bien en Breath of the Wild… ¡tiene sorpresa! ¡Eh!, y también a algunos sitios que previamente hayas visitado en Tears of the Kingdom…

 

Pasear por el pueblo de Kakarico o la aldea de Hatelia sigue siendo igual de delicioso, solo que hay una clara evolución desde Breath of the Wild en materia gráfica, siendo tremendamente palpable que Nintendo ha evolucionado el motor en los últimos 6 años; tiempo ha tenido. Una muy necesaria distancia de dibujado siempre está ahí presente, en un juego que te pide que te lances desde lo más alto del cielo, que te invita a atravesar enormes praderas en las que puedes fijarte en la lejanía los objetivos que deseas alcanzar, gracias a la curiosidad que despierta. No solo los parajes naturales, sino también la arquitectura de este mundo muchas veces es un reconfortante regalo para la vista, así como los misteriosos Santuarios, pese a que vistos un par, vistos todos en ese sentido.

 

Análisis Zelda Tears of the Kingdom review
Gráficamente, es bastante más avanzado que su antecesor. Si su estilo visual te gusta, pero no te sorprende, posiblemente sea porque ya conocías Breath of the Wild

 

En definitiva, el apartado artístico de Tears of the Kingdom es una delicia, demostrando que no hace falta tener la consola más potente del mercado para crear mundos consistentes, a rebosar tanto de criaturas temibles, como también preciosas, con una población repleta de individuos de identidad propia. 

 

No podríamos pedir mejor regalo para nuestros oídos

Como todo videojuego de la serie, la banda sonora es una de las piezas protagonistas. No podría imaginar un Zelda sin una banda sonora que me enamorara. El título que nos ocupa repite fórmula desde Breath of the Wild, salpicándonos de temas increíbles, algunos de ellos rescatados con maestría desde el pasado. Haré mención especial a los temas que suenan en las batallas finales, pues de nada serviría enfrentarte a enemigos en situaciones gloriosamente diseñadas, sin una canción épica que te acompañara durante el combate.

 

Análisis Zelda Tears of the Kingdom review
Hasta los personajes secundarios tienen un diseño muy cuidado. OJO con esta violinista, pues ha robado muchos corazones entre los jugadores

 

La conclusión es que el apartado musical es de diez, incluso si no contáramos el magnífico trabajo que se ha hecho con las líneas de diálogo que dobladas al español, contando con actores que regresan desde anterior título, como es el caso de la princesa Zelda, o totalmente nuevos. Aquí es cuando hablamos de Ganondorf, interpretado por Alfonso Vallés, cuya voz probablemente te sea muy conocida de series, películas y videojuegos. No imaginamos una mejor elección, pues realmente logra transmitir la fuerza y crueldad del Rey Demonio.

 

La historia de tu propio viaje

Y llegamos a la conclusión. Lo primero a decir, es que me he dejado muchas cosas sin comentar, pero en algún momento debía terminar esto. Nuestro análisis no ha llegado antes de la fecha de lanzamiento del 12 de mayo de 2023, como nos habría gustado… pero he de decir que me siento muy afortunado de haber tenido todo este tiempo, y haber podido vivirlo a mi manera, pues, de otra forma, no tendría la visión que he podido alcanzar a estas alturas de juego.

 

He podido ver como en mi casa lo completaban dos personas más, por vías diferentes, demostrando que se trata de un título que no tiene una única fórmula para avanzar, ni orden para ser disfrutado. Eso es maravilloso. También he tenido la visión de la comunidad de NextN, con la que he compartido grandes momentos, ¡incluso el final del juego!

 

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Podría ponerme a enumerar las cuestiones que ya he comentado en cada apartado del análisis, pero, para terminar, me centraré en lo más importante para esta conclusión: ha sido una de las mejores experiencias en mi paso por el mundo de los videojuegos. No he querido parar de jugar, realmente me ha sumergido en su mundo. Es de esos títulos «amables» que no te exigen que lo juegues en exclusiva, es decir, puedes combinarlo con otras experiencias, o dejarlo un tiempo, pudiendo retomarlo sin ningún tipo de problema en cualquier momento.

 

Esto es en parte gracias a su accesibilidad, a que escala los retos también dependiendo del tipo de jugador y las metas que se ponga. Incluso tras completar la historia principal, te permite jugar decenas o cientos de horas de juego muy disfrutables. ¿Es perfecto? Nunca existirá un juego al que alguien no pueda sacarle pegas. Lo que sí puedo decir es que The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, por todas sus virtudes, es tan perfectamente redondo como la nota que le hemos puesto en NextN. No merece menos de un 100.

 

Hemos analizado The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom en su versión 1.1.2, gracias a una copia en formato físico proporcionada por Nintendo España

Análisis Zelda Tears of the Kingdom review

Análisis The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom. ESTO es AVENTURA. ¡La aventura de tu vida!

Verdadera sensación de aventura, hecha videojuego

Tears of the Kingdom es una aventura diferente en manos de cada jugador, que puede ser disfrutada no solo de muchas formas, sino como te venga a ti en gana. Es capaz de motivarte, de empujarte a seguir jugando decenas o cientos de horas en las que serás realmente transportado a una renovada Hyrule, que se ha expandido hacia arriba y hacia abajo, ganando en profundidad incluso en el interior de sus montañas. Su trama principal es emocionante, cuenta con momentos épicos que podrían calarte muy hondo. También es cierto que se puede contar en unas pocas líneas… pero caeríamos en un gran error si dijéramos que toda la historia tras este capítulo de la serie The Legend of Zelda se encuentra tras esa inevitable batalla contra Ganondorf. Principalmente, está tu propia historia como jugador, es decir, la aventura que es en sí este videojuego, así como infinidad de pequeñas y entretenidas historias y misiones. Si a todo eso le sumas un sistema de construcción de artefactos que puede dar de sí verdaderas genialidades (y momentos muy divertidos), los puzles de los santuarios, las batallas constantes… No tendríamos espacio suficiente en este apartado para enumerar todo lo que hace que estemos ante uno de los videojuegos más redondos publicados por Nintendo desde sus orígenes. 

PROS

Verdadera sensación de aventura: eso es Tears of the Kingdom

La curiosidad se premia como nunca. Explora, sospecha, prueba cosas, ¡diviértete por el camino!

Una Hyrule que te absorbe y te atrapa de forma muy placentera. Siempre hay algo que hacer, conocer o probar

CONTRAS

Puedes encontrar frustración en el límite de objetos a utilizar en una construcción o su radio de desaparición al alejarte

Hay quién encontrará “poco reto” en los templos

Nos habría gustado encontrar algo más de variedad, ojo, no en las armas, sino en los tipos de armas



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