Augustinus Bader, médico: “Mis cremas son una caja de herramientas que mejoran quemaduras y arrugas”

Seguramente que hayas hablado o te suene el nombre de Augustinus Bader porque hace tiempo que está en todas partes. Pues bien, este médico, líder en biología de células madre y cuya marca de cuidado de la piel es la favorita de las celebrities y de muchas mujeres en el mundo, acaba de aterrizar en Madrid para presentar su nuevo sérum con retinol y unos nuevos parches para el contorno de ojos.

Hemos hablado con él de piel y del secreto de su éxito con sus icónicas cremas. Todos sus cosméticos han reinventado la industria gracias al complejo TFC8 mezcla de aminoácidos, vitaminas y moléculas que se encuentran en el cuerpo patentadas con una tecnología que activa el proceso natural de reparación y renovación de tu piel. Y todo empezó en 2008 cuando el doctor Bader desarrolló una fórmula para heridas que promovía la reparación de quemaduras graves sin cirugía. Y ahora está presente en todo el mundo y las bondades de sus tratamientos han sido alabadas desde Victoria Beckham a Jennifer Aniston a Margot Robbie. Y más de 100 premios en el sector de la belleza han hecho a la firma ganar estatus de culto con The Cream y The Rich Cream que ya son un icono.

¿Cómo te lanzaste a crear tu marca de cuidado de la piel distinta a las que ya existen en el mercado?

Había estado trabajando como médico y parte de mi trabajo fue ayudar a niños con quemaduras y cicatrices. Aunque nunca pensé en crear productos para el cuidado de la piel, fue Charles Rosier, mi socio en esta empresa, quien tuvo la visión de aplicar la tecnología a los cosméticos. Y pensamos que si la tecnología podía convertir la piel quemada en una piel regenerada, entonces también podría ayudar a mejorar las arrugas, el acné, las rojeces… Empecé a crear prototipos de productos con pacientes con piel frágil y con problemas. Y las cremas marcaron una diferencia importante y nos fueron pidiendo más. Fue entonces cuando acepté adaptar la tecnología para crear un producto para el cuidado de la piel para todos los días en lugar de solo para heridas.

¿Qué ofrecen tus cremas y su famosa fórmula TFC8?

Una piel sana y saludable. Nacen con la idea de transformar la piel y repararla con activos que potencian su autoregeneración. Después de casi 30 años investigando las células madre, observé cómo el cuerpo se curaba en condiciones de inflamación y cómo eran los procesos de comunicación de las células para activar esa reparación. Esta investigación me llevó a crear el Trigger Factor Complex (TFC1), un hidrogel de uso médico que curaba quemaduras y heridas graves sin necesidad de recurrir a injertos de piel y sin formación de cicatrices. Después desarrollé una versión cosmética de ese complejo: el Trigger Factor Complex 8 (TFC8) capaz de activar el código de curación natural del cuerpo sin que hubiera heridas. Y así encontramos una solución para proporcionar los nutrientes precursores correctos para las células de la piel. Mi fórmula es un complejo de aminoácidos naturales, vitaminas y moléculas sintetizadas (en una cantidad y combinación exactas) que actúa como una caja de herramientas que proporciona a la piel, y a sus células madre, todo lo que necesita para arreglar las cosas que salen mal, estén relacionadas con la edad o que provengan de los efectos de la contaminación.

¿Cómo surgió la colaboración entre Victoria Beckham y usted?

Victoria Beckham ha estado siempre muy centrada en desarrollar productos que ayudaran a las mujeres a mejorar la salud de su piel con un efecto a largo plazo. Y en eso tenemos la misma visión, por eso nos unimos para trabajar mi fórmula TFC8.

¿Qué has aprendido de ella?

Gracias a ella, hemos tenido mucha repercusión. De ella hemos aprendido que es una persona trabajadora y comprometida, muy precisa y honesta en lo que hace. Se involucró desde el principio en todo de la misma forma que con su firma de moda.

¿Tenemos que usar siempre una crema costosa para tener una mejor piel?

No. La pregunta que tenemos que hacernos es, qué queremos conseguir en nuestra piel y siempre protegerla del sol. Nuestro complejo patentado TFC8 es el resultado de muchos años de investigación. Y por eso no tenemos cremas asequibles. Además, para una mejor piel no solo cuenta una buena crema sino nuestra salud en general. La forma en la que duermes, el estrés, beber agua y todos elementos epigenéticos que también influyen. Incluso hasta tener una buena conversación puede tener un impacto en la salud de nuestra piel. Es decir, que para una piel sana, deberíamos tener hábitos que compensen que no podemos pagar una crema más costosa para cuidarla además nuestra piel desde dentro.

¿Deberíamos cambiar nuestras cremas a los 40, 50, 60 años…?

Nuestra tecnología es como un rompecabezas de componentes y las células de la piel necesitan autorepararse independientemente de nuestra edad. No creo que sea necesario cambiar de crema. La clave está en la autoregeneración de las células de nuestra piel. Esa es la novedad de nuestros hallazgos, y lo mejor es que tenemos estas células de por vida.

¿Qué cosméticos recomiendas para nuestra rutina de belleza?

Todo depende de nuestro tipo de piel. Podemos usar una crema más nutritiva o más ligera dependiendo de si está más seca o no. Y siempre conviene apostar además por un limpiador que nos funcione. Si además, añadimos un sérum o una crema con retinol a la concentración adecuada a nuestra rutina, tendríamos la combinación perfecta.

¿Y recomiendas el retinol para todo tipo de piel?

El retinol en sí es un componente muy poderoso cuando tenemos algunos problemas de piel. Y se puede añadir a nuestra rutina de hidratación para notar resultados más rápidos sobre ésta. Es un activo que combate las arrugas, las manchas y otros signos de envejecimiento. Además, nuestras cremas con nuestro complejo TCF8 mejoran el estado de la piel y el retinol suma sus buenos efectos.

¿Pueden las cremas invertir el envejecimiento?

La piel es un tejido vivo que se remodela todos los días. Al igual que existe la expresión “eres lo que comes”, yo digo “tu piel es lo que le haces”. La reconstrucción de nuestra piel, que pierde elasticidad con el paso del tiempo, requiere del suministro de nutrientes esenciales para que las células puedan cumplir sus funciones, reemplazando gradualmente las formas endurecidas de colágeno en la piel envejecida con fibras elásticas.