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Pese a ser la cuarta cantante más escuchada en el mundo, según datos de Spotify, Shakira llega a sus 46 años viviendo uno de los peores momentos de su vida, si no el que más… La colombiana es noticia desde que se conoció su
ruptura con Piqué y, dado que la música es la vía que utiliza para mostrar sus sentimientos -ha compuesto desde su separación al menos tres canciones sobre desamor-, ya se empieza a hablar de un concepto poco conocido: ‘orbiting’, cuando es imposible desengancharse de la que era tu pareja.
Todo apunta a que Shakira ha sido víctima de una
infidelidad por parte del exjugador y, por tanto, está pasando aún hoy en día por el duelo de la ruptura.
Sin embargo, sus letras, que rezan «ni aunque me llores, ni me supliques» o «no me digas que lo sientes, eso parece sincero, pero te conozco bien y sé que mientes»… nos hacen pensar que Gerard Piqué, además de haberle hecho un aparente
ghosting en la relación, ha ido un paso más allá y también ha practicado el término ‘orbiting‘, que significa que una vez haces el daño, persigues un tiempo a esa persona para saber de ella o incluso con interés de retomar la relación, es decir, mantenerse lo suficientemente cerca para que ambos se puedan observar.
Asimismo, Shakira también parece haberse quedado anclada al pasado y no consigue pasar página, a juzgar por los versos que le dedica al padre de sus hijos. Hablando con Lidia Alvarado, psicóloga y experta en relaciones de pareja, nos desvela en primer lugar que ella misma también ha «pasado por ahí» y eso le ha llevado a entenderlo mejor y poder ayudar a otros a transitarlo y solucionarlo: «Quienes se quedan enganchados a una relación que se ha terminado, es decir, enganchados a la otra persona, es gente con dependencia emocional. Piensan que sin el otro no van a poder vivir, que no van a poder encontrar en su vida a alguien con esas características, que no se van a enamorar de nuevo…».
Anclados al pasado
Al parecer, surge una gran
inseguridad, baja autoestima y afloran unas creencias limitantes sobre lo que se cree que se puede conseguir y lo que no y, según
Lidia Alvarado, «eso hace que esas personas se queden atrapadas en esa relación». Sin duda, también tienden a idealizar a sus parejas y a ponerlas en un pedestal… «Cuando conocen a alguien no se enamoran de la persona que tienen delante sino de lo que les gustaría que fuera. Proyectan en ella todas las características de su pareja ideal, autoenganchandose por tanto a ello, atrapadas en un fantasma y no tanto en la realidad que esa persona les está dando», advierte la psicóloga.
En el caso de Shakira y Piqué, es lo mismo. Parece ser que más por el lado de la artista que por el de Piqué, que ha rehecho su vida con otra mujer, Clara Chía. La cantante habría puesto su
felicidad en manos del otro y, al igual que otros muchos más con el mismo perfil, no son capaces de darse a sí mismas el amor que se merecen por el hecho de existir, «solo se sienten valiosas a través de una relación»: «Cuando esto se acaba, todo el valor que sienten hacia sí mismos pierde ese valor, es decir, su valía personal depende de si están o no con alguien y la reciben a través de esta persona. No son sus propias dispensadoras de amor», dice la experta.
Muchas veces pasa que se quedan enganchadas a un proyecto de vida con esa persona, no tanto con la persona en sí sino con lo que habían proyectado a su lado. Como dice Alvarado, «les cuesta deshacerse del castillo de arena que se habían montado en su cabeza»; se ha desmoronado su proyecto de vida. «Ponen resistencia en renunciar a eso», asegura.
Superar el duelo
Como ya te imaginarás, las personas que practican orbiting sufren muchísimo porque entran en un bucle obsesivo de querer seguir en contacto con esas personas, llamar su atención… Se quedan atrapadas en una fase de duelo que no les dejan avanzar. Tal como señala la psicóloga Alvarado, si hay mucha rabia incluso «puede llevarles a tener conductas agresivas hacia esa persona y su posible nueva pareja». Además de esto, hay mucha ansiedad, una frustración muy grande, vacío emocional y deben ponerse en manos de un especialista que les ayude a superar las fases del duelo, así como ir «desintoxicándose de esa droga que es esa persona y todo el universo que la rodea». El psicólogo sabrá encontrar de dónde viene esa dependencia emocional
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