El ‘hazlo tú mismo’, de moda en el interiorismo de la casa: sus pros y contras

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Con una guía de puerta corredera, un tablero contrachapado, un revestimiento, silicona y cantoneras puedes hacer muchas cosas. Y más en concreto, una decoración apañada y vistosa con un panel que te permite tapar una puerta, un lavadero o un cuadro de luces que afea el interior de la casa. Todo hecho con tus propias manos. El ‘Do It Yourself’, ‘DIY’, o ‘hazlo tú mismo’ es una práctica que surgió a trompicones hace años y que, a día de hoy, está de moda por sus beneficios: gran personalización y mucha satisfacción.

Testigo del interés creciente de esta práctica es Omar Bielsa Gracia, un zaragozano de 32 años que tiene una cuenta de Instagram (@Omar_homedecor) con más de 150.000 seguidores donde comparte ideas y consejos acerca del ‘DIY’. De hecho, él es cocinero, pero ha descubierto su verdadera pasión a raíz de su salto a las redes sociales. “La empecé en la pandemia. Al tener tanto tiempo libre, como siempre me había gustado la decoración, me abrí el perfil para entretenerme un poco y dejar atrás los pensamientos malos de la pandemia. Vi que la aceptación del canal iba yendo a más. Lo empecé como un pasatiempo. El crecimiento más exponencial fue el año pasado, con un par de vídeos que se hicieron virales”, relata este joven.

Como ya detallan los interioristas, la pandemia puso de relieve la importancia de tener un hogar organizado, bien estructurado y que te aporte el bienestar que se necesita en una casa. “Lo que hace el ‘DIY’ es que puedas llegar a decorar tu vivienda tú mismo. Es más satisfactorio, además de más económico en algunos casos”, asegura Omar Bielsa. Incide en que desde la pandemia las tiendas de bricolaje tienen mucha más demanda y que incluso hubo momentos en los que era muy difícil encontrar según qué materiales para hacer muebles.

Un panel corredero hecho a base de piezas simples con el 'DIY'.
Un panel corredero hecho a base de piezas simples con el ‘DIY’.
@Omar_Homedecor

Este zaragozano vive con su pareja en un piso de 60 metros cuadrados. “Lo que he conseguido, además de darme cuenta de mi verdadera pasión -actualmente se está formando en interiorismo- es darle la vuelta completamente a mi casa”, precisa. Y es que las posibilidades con esta práctica son muy grandes en términos de aprovechamiento de espacio y de crear elementos útiles. Por ejemplo, Omar Bielsa comparte tutoriales de cómo hacer un organizador de gorras, cómo darle un lavado de cara a tu habitación o cómo sacar partido a la entrada de casa. Como un auténtico bricomaníaco. 

¿Todo son ventajas gracias con esta práctica? La realidad es que también tiene sus inconvenientes. Para Omar, el problema puede ser el espacio, aunque en su caso ha conseguido optimizarlo, y principalmente las herramientas, por las que hay que hacer un buen desembolso, especialmente cuando uno se inicia en el ‘hazlo tú mismo’. “Los principales consejos que yo le daría a alguien que quiere iniciarse en esto es que tenga muchas ganas y atreverse, no tener miedo a equivocarse o hacerlo mal”, añade.

Un 'separador de ambientes' hecho a mano.
Un ‘separador de ambientes’ hecho a mano.
@Omar_Homedecor

La interiorista zaragozana Ruth Barranco (@ruthbarrancointeriorismo) también ha sacado provecho de la técnica ‘Do It Yourself’ en alguna ocasión. Destaca que es una forma “muy interesante” de personalizar los espacios y lograr un interiorismo más único y personal. “En mi caso, en la fase preparatoria con un cliente investigo si tiene alguna pieza heredada o de su familia que, con otra capa o algún pequeño cambio, pueden implementar en su hogar y darle un toque”, expresa Barranco. Esto mismo puede aplicarse también en espacios comerciales, además de en hogares, con el uso de piezas más básicas.

“Como beneficio principal, es la personalización y la exclusividad que te ofrece. Al ser un proceso manual es una forma de expresar tu creatividad y de poder expresar, en algunos casos, una forma de arte”, opina esta interiorista. Incluso, va más allá: “Se establece un vínculo sensorial con el objeto y el espacio y eso otorga un plus de seguridad o protección”.

Del mismo modo, otra de las ventajas es es el reciclaje. Normalmente se reutilizan materiales u objetos ya en propiedad, por lo que es una práctica sostenible.

Para Ruth, el principal inconveniente del ‘hazlo tú mismo’ sería que “requiere mucho tiempo y hay que tener mucha paciencia”. “A veces se necesita una semana o dos tuneando una pieza. Los resultados no son siempre como esperamos”, dice Barranco.

No obstante, esta zaragozana pone de relieve la idea de que puede ser una práctica muy interesante para una primera vivienda. “En estos casos se suele adquirir un mobiliario muy básico y personal, y cambiando cosas muy sencillas esa pieza de un gran almacén se puede personalizar y ser una cosa más diferente y personal”, desarrolla. También puede ser útil en una segunda casa, que son espacios “muy buenos” para reaprovechar el mobiliario y reciclarlo. En caso de disponer del tiempo necesario, el ‘DIY’ puede ser muy útil, defiende Ruth Barranco.

“Tendemos a hacer atracones de piezas industriales o ya hechas y esa conexión con lo nemónico de una pieza que has cambiado y era de tu abuelo, con algo que has hecho con tus propias manos es muy importante”, reflexiona la interiorista. Consigue de esta manera personalizar los espacios y hacerlo más especial. Y para ello no es necesario empezar de cero: “Se puede coger una pieza básica de grandes almacenes y darle una capa de pintura nueva, forrarlo de otro revestimiento, o a un espacio interior ponerle un espejo o luz…”.



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