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Uno pensaría que los actores controlan totalmente sus sentimientos, pero no es así, y prueba de ello es lo que le pasó a Emilia Clarke, quien dio vida a Daenerys Targaryen, en la serie de HBO, Juego de Tronos.
La actriz tenía 23 años cuando filmaba una de las series más exitosas de HBO, junto a uno de los actores más cotizados en estos tiempos, Jason Momoa, pero no todo fue miel sobre hojuelas, ya que la actriz tuvo momentos de pánico durante las escenas de sexo.
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Daily Mail rescata unas declaraciones de la actriz norteamericana, hoy de 36 años, en las que confiesa que Game of Thrones fue su primer trabajo frente a las cámaras. Dijo que no sabía que debía desnudarse y que llegó a llorar durante las escenas de sexo con Jason Momoa, en esa exitosa primera temporada.
Emilia Clarke: “No sabía que hacer”
Emilia cuenta que apenas estaba “recién salida de la escuela de teatro. Estaba aterrorizada y no sabía qué hacer. Nunca antes había estado en un set de filmación y tuve que desnudarme frente a toda esa gente”.
Sin embargo, en ese momento se dijo a sí misma: “recién salí de la escuela de arte dramático y lo enfoqué como un trabajo: si está en el guion, entonces es claramente necesario. Lloraba, pero me llené de valor y continué con mi trabajo”.
La interprete de la madre de los dragones da crédito a la actitud y predisposición de Jason Momoa, quien siempre se preocupó por hacerla sentir lo más cómoda posible, entendiendo la situación que estaba atravesando.
“Él estaba llorando más que yo. Solo ahora me doy cuenta de lo afortunada que fui con eso, porque podría haber ido de muchas, muchas, muchas maneras diferentes. Siempre decía: ‘¿Podemos conseguir su bata? ¡Está temblando!’ Fue tan amable y considerado y se preocupó por mí como ser humano”, cerró Emilia.
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