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Para toda una generación, Emilia es aquella cantante de aspecto angelical que triunfó en las listas de éxitos de media Europa con aquel one hit wonder llamado Big Big world. Sin embargo, para las nuevas generaciones, Emilia es la estrella argentina que cuenta con 15,5 millones de oyentes en Spotify, lo que la convierte en una de las cinco artistas latinas femeninas más escuchadas a nivel mundial.
Heredera de las divas de los 2000s como Britney Spears, Christina Aguilera o Nelly Furtado, a quienes ha querido rendir homenaje en su segundo disco MP3, una cápsula del tiempo musical que reúne de manera impecable pop, R&B, dance y hip-hop con ritmos modernos, la argentina fue una de las grandes triunfadoras de Los 40 Music Awards. Allí, la joven recogió el premio a mejor colaboración por tema No me ves, pero también demostró sobre el escenario porque está llamada a ser una de las próximas grandes estrellas mundiales de la música.
Jurado de La Voz en Argentina, detrás de ese aspecto de ‘perra’, como ella dice en sus canciones, se esconde una joven vulnerable en un mundo, el de la música, lleno de gente de “mierda”. Un mundo en el que se sigue tratando de manera desigual a hombres y mujeres. De ahí que quiera continuar el mensaje de empoderamiento que lanzaron a principios del siglo las mujeres que ahora le inspiran. “Quiero transmitir esos mensajes de poder. Yo me acuerdo que escuchaba sus canciones y decía: ‘Yo quiero ser así’. Quiero empoderar a las mujeres, quiero transmitir ese mensaje de poderío”, se sincera.
- Hace unos días recibías el premio de Los40 a mejor colaboración por la canción de ‘No me ves’. ¿Qué se siente cuando uno consigue triunfar más allá de su país?
- Increíble. Qué te puedo decir. Es mi primer premio acá en España. Ha sido hermoso ese reconocimiento. Mi vida ha cambiado muy rotundamente de un día para el otro. Estos dos años han sido de mucho crecimiento y, ver ese reconocimiento fuera de mi país y tan lejos de casa, es muy lindo. Todavía me cuesta dimensionar que yo tengo un público tan grande acá en España.
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Yo digo en muchas canciones que me siento una perra, que soy lo más (que también forma parte de mi alter ego porque yo no ando por la vida diciendo soy la mejor porque realmente no lo pienso), pero también hay muchos momentos de vulnerabilidad y de tristeza
- ¿Notas ese calor en las calles? ¿Te paran mucho?
- Sí, es muy loco. Es muy loco porque en Argentina como que ya lo tengo más aceptado, por así decirlo, o es más normal para mí. Pero, acá, cuando me empezó a suceder, me shockeó bastante.
- Tu disco MP3 suena a la música de los 90 y 2000s. ¿Por qué? ¿Es ese el sonido que llevabas tiempo buscando?
- Yo siento que sí. La verdad es que este álbum es realmente todo lo que soy. No dejé nada por decir, no dejé ningún sentimiento afuera. Y a nivel de sonido, siento que es una búsqueda que tenía desde hace un montón de tiempo: muchas horas en el estudio, meterle mucha cabeza. Realmente siento que se ha plasmado toda mi inspiración con lo que yo crecí, lo que mamé, lo que me ha inspirado toda mi vida, que son esas mujeres como Christina Aguilera, Gwen Steffani, Nelly Furtado, Britney Spears, Beyonce, Missy Elliot… Todas mujeres poderosas que yo crecí escuchando.
- Muchos me dicen que cómo iba a hacer un álbum de los 2000 si yo tenía cuatro años. Yo crecí escuchando esa música toda mi niñez y adolescencia. Me acuerdo que veía en MTV o VH1 sus videoclips y decía que quería ser como ellas. Y quiero transmitir esos mensajes de poder. Yo me acuerdo que escuchaba sus canciones y decía: ‘Yo quiero ser así’. Quiero empoderar a las mujeres, quiero transmitir ese mensaje de poderío. También de vulnerabilidad porque hay una realidad y es que yo digo en muchas canciones que me siento una perra, que soy lo más (que también forma parte de mi alter ego porque yo no ando por la vida diciendo soy la mejor porque realmente no lo pienso), pero también hay muchos momentos de vulnerabilidad y de tristeza, inseguridades y miedos que también están plasmados en el álbum, que son parte de mí y de mi vida.
- O sea que has vivido también una introspección personal, que has viajado a esa época cuando eras una niña…
- Sí, obvio. Todas las experiencias que he tenido me han servido para para poder hacer este álbum. Sin todas ellas no hubiese sucedido.
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Para mí la música también ha sido una catarsis muy grande. He contado situaciones como que me he rodeado de gente de mierda que no me hace bien
- ¿Qué le preocupa a Emilia cuando compone? ¿Qué quieres contar a través de tu música?
- La verdad es que cada mensaje que trato de dar es muy distinto. Tengo mensajes para dar a las personas cuando se sienten juzgadas, se sienten criticadas, se sienten marginadas… Trato de dar mensajes o de contar mis miedos. Le escribí una canción a mi papá, que él está transitando una enfermedad y la verdad es que yo lo veo batallar como un guerrero… Y realmente siento que estas canciones pueden abrazar a un montón de gente que te pasan por una situación así. (En este momento Emilia se emociona y necesita parar)
- La música sirve para eso, para conectarnos entre nosotros. Es muy bonito que alguien desde su casa esté escuchando esa canción y se sienta identificado con esa letra. Al final la labor de la música es llevar a la gente emocionarse…
- Perdón.
- No tienes que pedir perdón. Es bonito emocionarse…
- Para mí la música también ha sido una catarsis muy grande. He contado situaciones que me rodeo de gente de mierda que no me hace bien…. Toda la música que he hecho ha sido una experiencia para mí, un crecimiento a nivel personal y artístico muy grande. Cada vez que veo a los fans cantando las canciones en los shows que conectan con lo que estoy diciendo o que conectan con mis canciones, para mí es hermoso, es el regalo más lindo.
- Además que en esa búsqueda de tu sonida encuentras a gente que te hace crecer y conocerte…
- Obvio. Yo siento que voy a ir mutando. Siempre voy mutando. La música va mutando. Y eso va a ser así. Tampoco yo me encasillo. Hice un disco que considero mega pop porque es la influencia que he tenido sobre las artistas que me han inspirado para hacerlo. Pero el día de mañana soy capaz, qué te digo, de hacer un punk rock band para el próximo álbum. Pero siempre el pop va a estar liderando porque es lo que me identifica y lo que me sale cuando me meto en el estudio.
- ¿Cuál es tu proceso para componer? ¿Eres de las que te viene una melodía a la cabeza y coges rápido el móvil para grabarte? ¿O eres más de meterte en el estudio?
- Me pasa de las dos. Pero me enfoco más cuando me meto al estudio. A veces me nace la inspiración súper rápido, pero también tengo mis momentos de frustración y digo: ‘Esta canción es una mierda, no la voy a sacar nunca en mi vida’. Y también tengo esos momentos que estoy en la ducha y lo anoto para cuando vaya al estudio.
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- ¿Te has levantado alguna noche como una loca a las tres de la madrugada para grabar algo que has soñado?
- No soy de despertarme con tal canción, pero sí me pasa que cuando estoy muy cansada o en el avión, me viene la inspiración. A veces me viene la inspiración en lugares muy random.
- Bueno, Mónica Naranjo me contó una vez que se le ocurrió una canción en el baño de un aeropuerto…
- Es lógico. A mí me pasa mucho en el avión. Me da mucha melancolía cuando viajo. Me da o mucha alegría o mucha tristeza. Cómo que me pone muy sensible viajar y ahí me salen varias ideas. Me pongo creativa.
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De nada me sirve tener personas a mi lado que me digan que lo hago todo increíble. A mí eso no me llena, no me sirve y sé que no es lo real
- Ha habido dos momentos en tu vida en el que has sido muy valiente rompiendo con tu pasado. Primero dejando los estudios para aventurarte en la música y después cuando decides dejar Rombai. ¿Reconforta ver ahora que estabas en la buena dirección?
- No, no fue fácil. La verdad es que yo miro para atrás y veo que tuve muchas dudas, que las sigo teniendo, sobre a qué hacer con mi carrera. Tuve mucha incertidumbre o miedo de para qué lado voy, con quién voy a trabajar… Sabemos que la industria no es para nada fácil y que es un trabajo súper sacrificado. Cuando estaba del otro lado, cuando no era famosa, yo creía que era todo mega fácil porque eso es lo que se ve, lo que se muestra, porque en redes no se muestra cuando lloras. Pero, cuando estás de este lado, te das cuenta de que es muy difícil. Es muy hermoso también ver el crecimiento.
- Yo soy muy autocrítica, me castigo bastante por mejorar. Soy tan apasionada con lo que hago y siento que nadie me ha regalado nada, que entonces siento que tengo que sacrificarme todos los días. Y por más que un día me levante con la peor de las ondas, me digo: ‘Lo voy a hacer porque yo esto lo luché demasiado y lo soñé demasiado’. Entonces no tengo que desaprovechar ni un solo día yo. Pasan dos días que tengo libre y yo ya me siento inútil, cómo que siento que estoy desperdiciando mi vida. Pasa tan rápido todo y hay tantas cosas sucediendo en cada instante que cuando recién empezó este crecimiento tan grande en mi carrera, yo estaba un poco asustada y un poco abrumada. Pero después ya me acostumbré y lo agradezco.
- ¿Cómo haces para mantenerte con los pies en la tierra?
- Para mí es muy importante rodearte de la gente correcta, de la gente que es real. Yo conservo mis amistades de toda la vida que me quieren porque soy la Emilia de toda la vida y no porque soy la Emilia cantante. Tengo mi familia que me acompaña siempre que puede. También el comer la comida caliente de mi mamá, estar con mis perritos, ir a la plaza a tomar mates con mis amigos o estar un día en mi casa y cocinar algo rico para una persona que quiero. Todas esas cosas cotidianas siento que me siguen arraigando a todo lo que soy. De todas maneras siento que mis valores están muy presentes porque eso me lo han inculcado toda la vida en mi casa y de nada me sirve tener personas a mi lado que me digan que lo hago todo increíble. A mí eso no me llena, no me sirve y sé que no es lo real. Soy muy precisa a la hora de elegir las personas que quiero que me acompañen en este camino.
- Seguro que tus amigos son de los más críticos y hasta te mandan stickers…
- Obvio (risas).
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Ir a terapia es algo que me ha ayudado mucho en mi vida. Es la mejor inversión, amor, cuando uno está loco
- ¿Cómo se gestionan unas redes sociales con tantos millones de seguidores y en el que siempre hay alguno que te puede atacar?
- Si estás en un mal momento, te traspasa la energía. Pero llega un momento en el que las críticas eran tantas, buenas y malas, que no podía hacerle caso a todo. Hay críticas muy constructivas que muchas uso a favor para mi carrera, pero después hay otras muy negativas que en un momento me las llegué a creer o que me hicieron sentir muy insegura y me dije que tenía que terminar con eso. Lo hablé mucho en terapia. Ir a terapia es algo que me ha ayudado mucho en mi vida. Es la mejor inversión, amor, cuando uno está loco (risas). Eso me ha hecho mucho crecer como persona.
- Tienes muy claro que quieres lanzar una mensaje de empoderamiento femenino en tus canciones tras años en los que hemos escuchado canciones con letras claramente machistas…
- Igual todavía falta. Estamos en una transición. Sé que somos muchas las que tratamos de dar siempre mensajes de ese empoderamiento y poderío. Pero también a nosotras se nos exige más. Hay algo en la industria que está pasando que hay una diferencia, no hay una equidad lógica, porque a nosotras siempre se nos castiga más: ella no baila, ella no es simpática o ella en sus videos está parada… El hombre se para en el escenario con un foco y canta sentado todo el show y nadie le dice nada, nadie le va a criticar. Si lo hace alguna de nosotras, nos cuelgan. Se nos critica, se nos exige demasiado, se nos cancela por cosas que no tienen lógica. Esa cultura de cancelación me tiene harta. Y realmente es muy injusto. Pero, a medida que podemos luchar por causas que son importantes para nosotras y ser la voz de un montón de mujeres, siento que muchas estamos aprovechando ese momento. No obstante, debo decir que hay algo en la sociedad que debe seguir cambiando ya que a veces leo comentarios en las redes sociales que me hacen pensar que estamos a años luz de un cambio.
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- He leído en una entrevista una frase tuya que decías que ‘quién no ha salido alguna vez de fiesta para ir a tomar algo y se ha dado un pico con una amiga’ que recuerda mucho a una frase que se le adjudica a Lola Flores que dice que ‘quién no se ha dado alguna vez un pipazo con una amiga’…
- ¿Dije eso? ¡No puede ser! ¿Yo dije eso? Yo cité la frase de Tokischa que dice que las amigas que se besan son la mejor compañía. Lo dije de chiste. No me acordaba. Yo digo cosas y ni me acuerdo (risas).
- Aquí viene la pregunta boomer. ¿Sabes que había una cantante en los 2000s que se llamaba Emilia?
- ¡Ya me dijeron! De los 90 también. Me enteré de eso aquí. No la conocía.
- ¿Te vamos a ver colaborar con alguna de nuestras grandes como Aitana, Ana Mena o Lola Índigo?
- Ojalá, ojalá que pronto. Tienen muchos talentos increíbles.
- Lo mismo alguna gestión se hizo en la gala de Los 40, donde coincidisteis…
- Puede ser. No sé (risas)
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