[ad_1]
Ordenadores, portátiles, tablets, smartphones,… casi todos los dispositivos electrónicos emiten luz azul. Teniendo en cuenta la cantidad de horas al día que pasamos mirando una pantalla, desde hace más de una década ha generado mucho interés el estudio de los efectos de la luz azul en la visión.
Se conoce como luz azul al rango del espectro de luz visible que tiene una longitud de onda corta (entre 400-495 nanómetros)y que alcanza una mayor profundidad dentro del ojo, por lo que tiene un efecto acumulativo que puede causar múltiples problemas en la retina, y con el paso de los años, causar afecciones graves como la Degeneción Macular Asociada a la Edad (DMAE).
Para tratar de prevenir el daño, los expertos recomiendan reducir el brillo de las pantallas al menos al 50%, intentar mantener el dispositivo a una distancia mayor a 30 centímetros y, en el caso de los ordenadores de escritorio, reducir la inclinación de la pantalla para que los ojos queden más perpendicularmente al centro de la misma. También se ha puesto muy de moda el uso de gafas con filtro de luz azul, pero su utilidad no está aún demostrada.
De hecho, una revisión de los 17 ensayos clínicos- aleatorizados y controlados- más fiables hasta el momento sobre su eficacia, concluye que no hay pruebas de que el uso de estas lentes influya en la fatiga ocular causada por el uso del ordenador ni en la calidad del sueño. “Los resultados de nuestra revisión, basados en las mejores pruebas actuales disponibles, muestran que las pruebas de estas afirmaciones no son concluyentes y son inciertas”, resaltó la investigadora principal del estudio, Laura Downie. “Nuestros resultados no apoyan la prescripción de lentes con filtro de luz azul a la población general. Estos resultados son relevantes para un amplio abanico de partes interesadas, incluidos los profesionales de la visión, los pacientes, los investigadores y la comunidad en general”, añadió.
El equipo se propuso evaluar los efectos de las lentes con filtro de luz azul en comparación con las lentes sin filtro de luz azul para mejorar el rendimiento visual, proporcionar protección a la retina y mejorar la calidad del sueño. Analizaron los datos de todos los ensayos controlados aleatorizados que pudieron encontrar sobre el tema y hallaron 17 ensayos de seis países. El número de participantes en cada estudio osciló entre cinco y 156, y el periodo de tiempo durante el que se evaluaron las lentes osciló entre menos de un día y cinco semanas.
“Tampoco está claro en la actualidad si estas lentes afectan a la calidad de la visión o a los resultados relacionados con el sueño, y no se han podido extraer conclusiones sobre los posibles efectos en la salud de la retina a largo plazo. La gente debería tener en cuenta estos hallazgos a la hora de decidir si compra estas gafas”, concluyó la experta.
La revisión tampoco encontró informes consistentes de efectos secundarios adversos por el uso de lentes con filtro de luz azul. Cualquier efecto tendía a ser leve, infrecuente y temporal. Incluían incomodidad al llevar las gafas, dolores de cabeza y mal humor. Es probable que estuvieran relacionados con el uso de gafas en general, ya que se notificaron efectos similares con lentes sin filtro de luz azul.
Según Sumeer Singh, investigador postdoctoral en el Laboratorio Downie, “la cantidad de luz azul que reciben nuestros ojos de fuentes artificiales, como las pantallas de ordenador, es aproximadamente una milésima parte de la que recibimos de la luz natural. También hay que tener en cuenta que las lentes con filtro de luz azul suelen filtrar entre el 10 y el 25% de la luz azul, dependiendo del producto. Filtrar niveles más altos de luz azul exigiría que las lentes tuvieran un tinte ámbar evidente, lo que tendría un efecto sustancial en la percepción del color”.
[ad_2]
Source link