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Por Víctor Rodríguez Fajardo
“Revisando la obra necropoética del poeta colombiano Gabriel Escorcia Gravini (1892-1920) “La gran miseria humana” (1918), donde cuestiona aparentemente inmóviles fronteras estéticas y políticas que separan al aislado caribe colombiano del resto de las ciudades del interior del país.”
Ha pasado un siglo y su descripción toma vigencia en estas elecciones. Obra llevada al vallenato con interpretación de Lisandro Meza convirtiendo en el mas largo de los ritmos vallenatos.
Las divagaciones entre la vida y la muerte, más allá de ser temas Masónicos es igual usado por profanos para meditar sobre una realidad palpable: La Miseria Humana.
“De manera más específica, muestra cómo dicha necropoética se vale de la estetización de la amada fallecida y de la reapropiación y consecuente politización que el sujeto poético hace de su propia melancolía, para así entablar ciertas concatenaciones analógicas entre los términos cementerio, calavera y exhumador, y poesía, poema y poeta, respectivamente. Una vez apuntalado por esta estructura meta-referencial, el poema, en la lectura que aquí se realiza, logra inscribir el topo caribeño en la tradición literaria de la Colombia de la época.”
La belleza acaba con la muerte, “calavera sin pasiones” ¿a dónde se fue tanta hermosura?
Así son los discursos redactados y asesorados por gurúes costosos de cada campaña, piensan que es una obra de arte, la quintaesencia de la solución para el mundo parroquial acabando con su miseria, a esos candidatos hay que verlos como dice la canción, ya sin belleza, ya calavera porque llego el 29 de octubre y su aspiración murió.
Pero la que tendrá el favor de salir escogida en las urnas tendrán una belleza que irá marchitando en el cuatrienio por venir, al igual esta que termina.
El dialogo sería mucho más extenso con la calavera que ya casi deja la belleza del poder, fueron muchos adornos, cabelleras, ojos, nariz y muchos atributos que hoy desaparecieron bajo la realidad de pésimas administraciones. No es coincidencia que el Magdalena sea de los departamentos relegados en competitividad ante sus pares colombianos, sus mandatarios solo se miraron en el espejo mientras son contemplados por los electores.
Las masas crédulas, necesitan creer en la belleza así sea en cuerpo ajeno, eso lo sabe bien Caicedo y por eso el y su guardia pretoriana no escatiman un bitcoin para reconstruirse todo el cuerpo tantas veces sea necesario, la fórmula de la eterna juventud le permite mantenerse en el poder. La belleza, un oropel que se marchitó después de 12 años en el gobierno distrital aspira a una cuarta oportunidad, para ahora sí, conectar.
Voltaire dijo que, si Dios no existiera, habría que inventarlo. Así también fueron creados reyes o semidioses entre nosotros. Es la única interpretación puedo darle a la decisión que desde la miseria muchos acuden a sostener en el poder al mismo que siendo hoy calavera de sus promesas los sigue seduciendo para mantener la “gentil belleza que es igual a la fealdad”.
Una cosa es la miseria humana que vive el Magdalena entre su gente crédula sin acceso a oportunidades o servicios básicos y con pobre educación, pero, que suceda lo mismo entre la elite política, empresarial y docta ya es un nivel superior de miseria humana digna de estudio de antropólogos, humanistas, psicólogos inclusive aun, psiquiatras.
Ver la utilización de estrategias para quedarse con el pecado y sin el género, sucumbir ante la calavera naranja, no fueron capaces de ver que se encuentra en el cementerio ante el esqueleto sin vida, pero la miseria de su opulencia y ego no los dejan ver. Reyes y nobles emergentes salieron al encuentro del esqueleto para en una nueva oportunidad como alquimistas, darle un nuevo aliento de vida en el poder. Saben que están ante un “cráneo vacío” y así lo adoran.
En extrañas circunstancias narradas en los versos de La Miseria Humana, dialoga con la calavera y ella le contesta. Así están todos, empeñados en devolverle la vida.
Yo soy el cráneo de aquella
A quién le cantaste un día
Pues más que no merecía
Porque no era así tan bella
Como la primera estrella
Del oriente el tulipán
Donde las auroras dan
El rocío que se deslíe
Aquí el que de mi se ríe
De él mañana se reirán
Por último “¿dónde está la masa gris?” va por el voto útil para revivir la calavera de un proyecto fallido, pero por miedo al cuero, el cazador se entrega.
El genio creador de Gabriel Escorcia nos conecta con un dialogo con la calavera, que en esta figura literaria hemos conectado entre su obra y la realidad de nuestra política parroquial. A diferencia de los argumentos utilizados por la calavera que ha perdido su belleza, nuestro esqueleto busca el santo grial para revivir y seguir 100 años más en el poder.
Aquí está la gran verdad
Que sobre el orgullo pesa
Aquí la gentil belleza
Es igual a la fealdad
Aquí acaba la maldad
Y la bondad tan preciada
Aquí la mujer casada
Es igual a la soltera
Me decía la calavera
Con una voz apagada
La Gran Miseria Humana del Magdalena servirá para hacerle honor a una de las composiciones más importante de nuestro folclor provocando una nueva edición que deberá ser galardonada si mantiene la métrica, el ritmo y sobre todo, interpreta la Miseria que vivimos. Debe contener poesía, sarcasmo, rima exacta, es cruel pero tan real tan sincera y tan humana. Este autor merece un premio. Es una canción para todas las edades, las épocas, para todas las clases sociales, para todos los tipos de piel. Es la verdad pura del final de todos los humanos. La Miseria Humana de los Políticos del Magdalena.
Yo escuchando aquellas cosas
Tan llenas de horrible espanto
Salí de aquel campo santo
Como fugaz mariposa
La luna llena y rabiosa
Ver que en su lumbre fugaz
Y la calavera audaz
Dijo al verme correr
Aquí tienes que volver
Y calavera serás.
La Miseria Humana describe un amor no correspondido narrado desde un cementerio; escrita por un poeta leproso. ¿Coincidencia con la parroquia?
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