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Para la cultura oriental, la belleza surge naturalmente cuando el cuerpo, la mente y el espíritu están en armonía. Los “rituales” de belleza zen buscan este balance y adoptan hábitos saludables para lograr el bienestar integral.
Los japoneses sostienen que el concepto zen de belleza está estrechamente vinculado a la salud. Para ellos se basa en los valores como la simplicidad, la relación con la naturaleza y la serenidad, de manera que el equilibrio interior se exterioriza. Cuando el cuerpo está en armonía, se consigue un equilibrio energético y esto deriva a resultados positivos.
Si bien tiene que ver con los métodos de cuidado, los ingredientes y costumbres, la belleza zen es más una filosofía de vida que muchos de la sociedad japonesa y occidental adoptan. Desde mantener una dieta equilibrada, realizar actividad física, meditar y aplicar cosméticos, que en su mayoría, son orgánicos.
1. La piel
Si hay algo que distingue a las mujeres orientales es su piel de porcelana y una parte importante de su cuidado es la exfoliación. Este procedimiento ayuda a que la dermis quede suave, luminosa y que los demás productos penetren con mejor eficacia.
Desde antaño utilizan bolsas de seda con judías azuki molida (porotos colorados). Las propiedades depurativas de esta legumbre limpia, nutre y suaviza la piel. Se puede elaborar una mascarilla mezclando dos cucharadas de porotos azuki molido (crudo) con dos cucharadas de leche entera y aplicar sobre la zona a tratar durante dos minutos, masajeando suavemente.
2. El cabello
Durante la era Heian (749-1185) era común que las mujeres dejaran crecer su pelo casi hasta el suelo. Para mantenerlo fuerte, brillante y nutrir la melena usaban aceite de Camelia o Tsubaki.
Este óleo es excelente para revitalizar y reparar el cabello dañado y quebradizo. Basta con aplicar unas gotas en el shampoo habitual al momento de lavarse la cabeza. Aunque no sea conocido para nosotras, se puede conseguir en tiendas de productos asiáticos.
Otro ingrediente muy empleado para el cuidado del cabello y la piel es el aceite de arroz. Al ser rico en vitamina E neutraliza los radicales libres. Se puede preparar una loción diluyendo una cucharada de óleo en medio litro de agua y usar después del lavado.
3. Infusiones
El té es una bebida muy importante para la cultura oriental -así como el tereré para Paraguay-. Por todas sus propiedades antioxidantes se volvió otro ingrediente clave en el cuidado integral.
El té blanco, por ejemplo, tiene el triple de polifenoles que las demás variedades. Su consumo de por sí es muy bondadoso para el organismo y también se puede usar en cosmética.
Se puede preparar una mascarilla de gel de aloe vera, miel y té verde o blanco para aplicar sobre la piel y aprovechar sus beneficios.
4. Maquillaje
Para esta filosofía el make up debe ser sencillo, natural y minimalista. La idea es que el maquillaje no se note y la piel se vea reluciente y saludable, para eso se aplican bases correctoras livianas y pequeños retoques en los ojos y labios para resaltar las facciones.
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