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Año tras año, actores, modelos y estrellas de las redes sociales de todo el mundo se dan cita en la alfombra roja del Festival de Cannes. Aquí repasamos algunas tendencias que marcaron la 76.ª edición. Las malas relaciones tras la ruptura entre Evan Rachel Wood y Marilyn Manson continúan, Céline Dion cancela gira europea hasta abril de 2024 y el exsecretario de Estado estadounidense Henry Kissinger festejó su centenario de vida.
- Fuente y fotos: AFP, Hola
El diseño que ha elegido Scarlett Johansson en la 76.ª edición del Festival de Cannes ha sido uno de los más comentados y que más boquiabiertos ha dejado a la platea. Para pisar la alfombra roja desplegada en La Croisette, Scarlett Johansson apostó por un precioso vestido de Prada. Se trata de un diseño rosa con silueta columna que agregaba tirantes blancos a contraste decorados con bordados de cristales. Un vestido con el que se suma a la tendencia del doble escote que esta temporada conquista a todas las invitadas.
Gracias a los tirantes finos que se unían en la parte media del vestido, el diseño dejaba al descubierto buena parte de la espalda de la actriz en la que lleva tatuados unas rosas y un cervatillo recostado. Lejos de querer ocultar sus tatuajes, Scarlett ha presumido de ellos, convirtiéndolos en protagonistas de su look.
Para culminar su estilismo, la actriz ha optado por un maquillaje con el que se siente cómoda y que suele elegir con frecuencia: piel luminosa, con colorete rosado, ojos en tonos suaves y labios rojos. Llama la atención que se haya decantado por este tono al lucir un vestido rosa, pero la mezcla de tonos no solo funciona, sino que le sienta realmente bien.
Por otro lado, La Croisette también adquirió un ligero tono vintage. La intérprete de la sulfurosa serie “The idol”, Lily-Rose Depp (23 años), lució un minivestido Chanel de las colecciones de la casa de moda.
En cuanto a la influyente francesa Léna Mahfouf (más conocida como Léna Situations), optó por una especie de body con una larga cola que dejaba al descubierto sus piernas, inspirado en un vestido antiguo de la marca británica Vivienne Westwood que llevó Naomi Campbell en 1994.
Un vestido que le valió una avalancha de comentarios groseros. “Espero que el futuro y la distancia no nos traigan más que amor”, reaccionó en su cuenta de Instagram.
Por su parte, la actriz Natalie Portman, que presentaba la película “May December” junto a Julianne Moore, retrocedió aún más en el tiempo con un vaporoso vestido inspirado del mítico vestido Junon, creado por Christian Dior en 1949.
La actriz y modelo Julia Fox causó sensación durante la presentación de la serie “The idol” con un vestido que dejaba al descubierto casi por completo sus pechos. La modelo Iris Law también optó por un vestido-lencería transparente.
En tanto, el vestido negro, insustituible, símbolo eterno de elegancia, conquistó Cannes, como el que llevaba la estrella del pop Dua Lipa, que ha lanzado una pequeña colección de moda junto a Donatella Versace.
Por su parte, Phoebe Waller-Bridge, que vino a presentar el último “Indiana Jones” (fuera de concurso), apostó por un impresionante vestido negro con volantes de Schiaparelli. Los hombres también apostaron por el look negro total, como la superestrella del rap estadounidense Travis Scott, que estaba en la alfombra roja para la presentación de la serie “The idol”, cocreada por el cantante canadiense Abel “The Weeknd” Tesfaye.
También vistieron de negro los actores del cortometraje del español Pedro Almodóvar, “Strange way of life”, presentado fuera de concurso, aunque Pedro Pascal no vino a Cannes.
La modelo Gigi Hadid volvió a causar sensación en la alfombra roja por su rubio “Barbie” muy elogiado por la prensa femenina.
El otro shock capilar lo protagonizó Helen Mirren. La actriz británica de 77 años apareció en la alfombra roja con el cabello azul. La otra tendencia que se abrió camino en la alfombra roja es el “cabello mojado”, peinado con efecto húmedo, utilizado por las modelos Grace Elizabeth o Irina Shayk.
En lo que concierne a los hombres, el bigote hizo un tímido regreso. El actor Bryan Cranston, que presentaba “Asteroid city”, de Wes Anderson, no dudó en jugar con el suyo durante la tradicional sesión de fotos.
Y el británico Jude Law, que vino a presentar “Firebrand”, del brasileño Karim Aïnouz, se hizo notar en la alfombra roja con su elegante esmoquin y su bigote perfectamente recortado.
Han pasado 17 años desde que Evan Rachel Wood y Marilyn Manson comenzaron una relación que terminó en 2010 después de haber estado comprometidos, y dos años desde que la actriz decidiera romper el silencio y nombrar al cantante en un poderoso mensaje en redes sociales en el que deja al descubierto abusos que vivió durante este tiempo. Incluso la intérprete ha dado la custodia de su hijo a su expareja para que, según ella, esté lejos del cantante. Unas acusaciones que Manson ha negado rotundamente.
Según el Daily Mail, Evan Rachel Wood ha entregado la custodia de su hijo a su expareja Jamie Bell, ya que teme por la seguridad del pequeño de ocho años porque, según denunció, el cantante la amenazó con su niño después de denunciarle. Según los documentos legales obtenidos por el citado periódico, la actriz de 35 años acordó que su hijo Jack de nueve años viva con su padre en Los Ángeles. Ella podrá disfrutar de él un fin de semana al mes y en los periodos vacacionales.
La actriz denunció al cantante por supuestos abusos sexuales. Una demanda a la que se sumaron cinco mujeres más con testimonios similares y narrando las relaciones que habrían mantenido con Manson. Unas acusaciones que según su versión “son falsas”. La fuente que habla por el cantante también ha asegurado que la actriz “pagó a las demás mujeres para que denunciaran al vocalista”. El pasado mes de noviembre de 2022 y ante los hechos acontecidos, Manson demandó a su expareja por difamación tras acusarle de abusos sexuales. Unas acusaciones y denuncias que la jueza del tribunal, desestimó.
El testimonio de Evan Rachel Wood fue solamente uno entre los de varias exparejas del cantante que también decidieron alzar la voz y acabar con años de abusos. Las acusaciones van de la violencia física, al abuso psicológico, pasando por distintos episodios en los que las mujeres sufrieron grandes problemas por su vinculación con el músico.
La cantante canadiense Céline Dion anuló por motivos de salud unos cuarenta conciertos previstos en Europa hasta abril de 2024, anunciaron el viernes los organizadores de su gira. La estrella del pop “continúa su tratamiento” contra la rara enfermedad neurológica que padece, añadieron en un comunicado.
En diciembre, la cantante ya anunció la anulación o el aplazamiento de sus conciertos programados en Europa entre febrero y julio de 2023. “Me esfuerzo mucho por recuperar mis fuerzas, pero las giras pueden ser muy difíciles (…). Es mejor que anulemos todo ahora hasta que realmente esté preparada para volver a los escenarios”, explicó la artista, de 55 años, citada en el comunicado.
El último concierto de Céline Dion se remonta a marzo de 2020 en Newark (Estados Unidos). Tras medio centenar de conciertos en Norteamérica, su gira mundial Courage World Tour se vio interrumpida por la pandemia de covid y la cantante nunca pudo retomarla por espasmos musculares.
Céline Dion padece el síndrome de persona rígida, una enfermedad cuya causa exacta se desconoce, pero es de origen aparentemente autoinmune. Este síndrome, que afecta a una de cada millón de personas, provoca dolores agudos y dificultad para moverse, impidiendo la actividad física intensa.
“El equipo médico que acompaña a Céline hace un seguimiento de la evolución de la enfermedad y su tratamiento”, indicó su entorno. “Se reembolsarán las entradas compradas para las 42 fechas anuladas”, añadieron los organizadores de la gira.
Dion es una de las artistas más populares del mundo, conocida entre otros éxitos por “My heart will go on”, canción de 1997 para la banda sonora de la película “Titanic”.
El exsecretario de Estado estadounidense Henry Kissinger, que ayer cumplió 100 años, aún conserva la atención de la diplomacia mundial y comparte sus consejos de geopolítica, generando fascinación y controversia al igual que siempre.
Para unos visionario y para otros “criminal de guerra”, el “sabio” de silueta encorvada, pero todavía reconocible por sus gafas negras de montura gruesa, permanece activo. El exjefe de la diplomacia estadounidense participó el martes en un homenaje en el muy selecto Club Económico de Nueva York, donde apagó las velas sobre una torta de chocolate por su aniversario número 100.
Kissinger conserva, desde sus oficinas en Nueva York y su consultora Kissinger Associates, una relativa aura entre la élite de Washington y del extranjero, incluso entre demócratas como la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, que un día dijo “confiar en los consejos” de su “amigo”.
Actor esencial de la diplomacia mundial durante la Guerra Fría, este ganador del Premio Nobel de la Paz inició los acercamientos con Moscú y Pekín en los años 70, con una visión pragmática del mundo, una especie de “realpolitik” al estilo estadounidense.
En una señal de que su visión del mundo apenas ha cambiado, el martes frente a sus invitados estimó que Estados Unidos debe defender sus “intereses vitales”.
Sobre la guerra en Ucrania, tema en el que aboga por un alto el fuego, dijo que “llegamos a un punto en el que logramos nuestro objetivo estratégico. La tentativa militar de Rusia de absorber a Ucrania fracasó”.
Pero la imagen del hombre de voz áspera y con el fuerte acento heredado de sus orígenes alemanes sigue empañada y ligada a las páginas negras de la historia de EE. UU., como el apoyo al golpe de Estado de 1973 en Chile o la invasión de Timor Oriental en 1975 y, por supuesto, Vietnam.
Heinz Alfred Kissinger nació el 27 de mayo de 1923 en Fürth, en Baviera, Alemania. Cuando tenía 15 años se refugió en EE. UU. con su familia, antes de naturalizarse estadounidense a los 20. Hijo de un profesor, integra el contraespionaje militar y el Ejército de EE. UU. antes de iniciar una carrera brillante en Harvard, donde también fue maestro.
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