[ad_1]
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha alertado esta semana de que volverán a subir las temperaturas después del puente, con regiones que podrán superar los 25ºC en el Mediterráneo. Este clima inusual para el mes de diciembre es consecuencia del cambio climático, que en las últimas décadas ha vuelto locos los termómetros.
Las temperaturas no son la única consecuencia del calentamiento global: sus secuelas se están dejando notar en aspectos diversos que afectan el día a día de las personas. Desde la salud a la alimentación, los efectos del cambio climático se extienden por todos los aspectos de la vida cotidiana.
Te puede interesar: Sube la preocupación de los españoles por el cambio climático más de un punto porcentual en un mes, según el CIS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lleva tiempo alertando de los efectos que tiene el cambio climático en la salud de las personas, tanto directos (por olas de calor, sequías y tormentas) como indirectos (enfermedades de vías respiratorias, inseguridad alimentaria, desnutrición…).
Se calcula que en las próximas décadas se producirán 250.000 muertes adicionales al año a causa del cambio climático. Muchas se producirán por olas de calor, cada vez más habituales y duraderas, pero las variaciones de temperatura también están agravando enfermedades circulatorias y respiratorias.
Asimismo, se agravan patologías como el asma y se alargan las temporadas de alergias, que se dan en épocas del año en las que antes no se producía. No solo eso, sino que el aumento de las temperaturas hace que cada vez durmamos peor, con sus consiguientes efectos en la salud.
Según recoge la Unión Europea, el aumento de las temperaturas, los cambios en las precipitaciones y la subida del nivel del mar afectarán directa o indirectamente a la productividad y viabilidad de los sectores económicos y los trabajadores. Existen sectores especialmente vulnerables, como la agricultura y el turismo, que dependen de la regularidad de las condiciones climáticas.
Te puede interesar: 2023 se prevé el año más cálido jamás registrado pero 2024 lo superará por culpa de ‘El Niño’, que se extenderá hasta abril
Además, los aumentos de la temperatura o los riesgos naturales más frecuentes pueden imponer nuevas limitaciones en materia de salud laboral.
Las perturbaciones en el clima afectan a la producción mundial de alimentos. Se pierden o dañan cosechas de forma más asidua y el cultivo de determinados productos se hace más complejo. A menor disponibilidad, mayores precios deberán afrontar los consumidores. Productos como el arroz o derivados del trigo, algunas frutas como los melocotones y las cerezas o determinados productos marinos se volverán difíciles de encontrar y poco accesibles para las clases menos adineradas.
El cambio climático tiene sus efectos particulares en las infraestructuras y edificios, que verán limitada su vida útil. Pueden quedar dañados e inutilizables por cualquier cambio en las condiciones meteorológicas o cualquier desastre natural, cada vez más frecuentes en todas partes.
Por ello, se ha comenzado a adaptar su construcción, evitando ubicaciones antes idóneas ante posibles inundaciones, o utilizando materiales diferentes y más caros, lo que aumenta los costes y el precio final. Incluso suben los seguros de las casas ante el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos.
No solo se dañan las viviendas, también las infraestructuras de las ciudades sufren los efectos de los cambios en el clima. Con patrones meteorológicos cada vez más erráticos, los materiales soportan un mayor estrés, lo que provoca más fallos y roturas.
Ocurre, por ejemplo, en las carreteras, donde se repiten más frecuentemente los problemas de infraestructuras. Las roturas y obras de reparación empeoran el tráfico hasta que se solucionan.
[ad_2]
Source link