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Si quieren calzar los zapatos de Carrie Bradshaw en “Sex and The City”, moldear su figura como la de la mismísima Kim Kardashian, o destilar la elegancia de Antonio Banderas, están de suerte: estos y otros famosos tienen sus propias firmas de ropa para ir a la moda.
Moda y fama van muchas veces de la mano y es que no sorprende ver que los estilos de las “celebrities” son de los más imitados en redes sociales.
Pero ahora, en lugar de tener que romperse la cabeza para descubrir dónde han adquirido sus prendas las estrellas, pueden vestir directamente con la misma ropa que ellos. O, al menos, con las de aquellos que, como algunas Kardashian, Cristiano Ronaldo, Beyoncé o Sarah Jessica Parker tienen sus propias marcas de moda.
KIM KARDASHIAN.
La Kardashian más famosa, Kim, tiene su propia marca de ropa, “Skims”. La firma comenzó con prendas de ropa interior que moldeaban la figura, pero ha ido ampliándose a otras vestimentas moldeadoras como los trajes de baño y finalmente los vestidos. Disponibles, además, en una amplia variedad de tallas.
Todas ellas prometen estilizar y moldear el cuerpo, por lo que para quienes sueñan con una silueta como la de esta socialité es la marca ideal.
CRISTIANO RONALDO.
El célebre futbolista tiene también su faceta en el mundo de la moda.Y es que, si bien empezó como modelo de ropa interior, después dio el salto a creador de su propia marca, “CR Underwear”, que es todo un éxito.
Con colecciones llamativas según la época, CR7 “quería crear diseños atrevidos y que te hagan sentir de la mejor forma tan pronto como te los pongas”, según dijo a GQ.
KHLOÉ KARDASHIAN.
Otra de las hermanas Kardashian-Jenner, Khloé, también es toda una empresaria de la moda como Kim.
En 2016 creó la marca “Good American”, cuyos vaqueros y jeans se han hecho tan famosos como para llegar a un acuerdo con Inditex y venderse en Zara. Además, todas sus líneas tienen una amplia variedad de tallas.
Aunque empezó centrada solo en pantalones vaqueros, en la actualidad “Good American” vende todo tipo de prendas y complementos, desde sudaderas hasta zapatos pasando por ropa deportiva y de abrigo.
VICTORIA BECKHAM.
Victoria Beckham, la ex Spice Girl más famosa, y esposa del exfutbolista David Beckham, no solo triunfa en la cosmética y maquillaje, sino que también tiene su propia marca de moda.
Eso sí, a diferencia de otras apuestas de las “celebrities”, la de Victoria Beckham se trata de una firma de alta costura que lleva su nombre y no es apta para todos los bolsillos. Y, a pesar de que se dice que está endeudada, muchos de sus diseños se ven en las alfombras rojas.
Destacan sobre todo sus vestidos de gala, pero tiene todo tipo de complementos y ropa más urbana y deportiva, e incluso ha colaborado con firmas como Reebok.
J BALVIN.
El polémico artista del reguetón es famoso, además de por sus pegadizas canciones, por su estética colorida y pintoresca.
De hecho, ha trabajado con varias marcas de ropa. En 2020 lanzó la colección “Colores” en colaboración con Guess, pero también lo ha hecho con Nike o Bape. Y también vende sus propias prendas y mercadotecnia en su web.
De hecho, la polémica más grande la tuvo por sus rifirrafes con el rapero Residente. Tras borrar el rapero una publicación en la que comparaba la música del reguetonero con perritos calientes, este decidió vender camisetas inspiradas en esa comida, y ese suceso fue uno de los detonantes para que el ex miembro de Calle 13 le dedicase el famoso Bizarrap.
RIHANNA.
La cantante, cuyas líneas de maquillaje y cosmética son un éxito, triunfa también en el mundo de la moda.
Y es que si sus gamas de maquillaje eran inclusivas con todo tipo de pieles y tonos; su marca de lencería, “Savage x Fenty”, lo es gracias a la diversidad de tallas y cuerpos a los que se destinan sus prendas.
Además de ropa interior, vende ropa de estar por casa y pijamas. Pueden comprarse en más de 120 países y la marca está valorada en mil millones de dólares. Se dice que sus desfiles y prendas llaman a ser los herederos de Victoria Secret.
BEYONCÉ.
La cantante Beyonce también ha incursionado en el mundo de la moda, concretamente deportiva, con su marca Ivy Park, que destaca por sus trazos unisex con líneas sencillas que rompen patrones de género a través de prendas cómodas.
Con esta apuesta, Queen B pretendía “superar todos los límites asociados a la ropa deportiva y apoyar y motivar a las mujeres para que comprendan que la belleza va más allá de su físico”, según dijo al anunciar su proyecto.
KANYE WEST.
El polémico rapero, exmarido de Kim Kardashian, ha triunfado durante años con “Yeezy”, su propia marca de ropa que destacaba por sus zapatillas deportivas… Sin embargo, al igual que su matrimonio con Kim, su paso por el mundo de la moda parece estar acabado.
Hace poco, tanto Adidas como Balenciaga y GAP rompieron sus acuerdos con Kanye para vender sus famosas “Yeezy”. Y parece que un intento del rapero por lograr un nuevo matrimonio con Skechers ha salido mal.
SARAH JESSICA PARKER.
La actriz protagonista de “Sex and The City”, Sarah Jessica Parker tiene, al igual que su personaje Carrie Bradshaw, un impecable gusto por la moda.
Tanto es así, que ella misma se ha atrevido a lanzar “SJP”, su propia marca de moda. Si soñaban con calzar zapatos del estilo y glamur como los que Carrie llevaba por Nueva York, están de suerte.
Además, la marca ha ido ampliándose y, aunque el calzado es su buque insignia, han diseñado incluso vestidos de novia.
ANTONIO BANDERAS.
El caso de Antonio Banderas es muy especial, ya que cuando lanzó su colección en “Selected Homme” y “El Corte Inglés”, no se limitó a poner el nombre.
Porque, además de como empresario o creativo, el actor quiso implicarse en su proyecto de moda como diseñador y, para ello, estudió en 2015 en la londinense Central de Saint Martins, una de las escuelas de diseño textil más prestigiosas del mundo.
“Decidí que para crear ‘Antonio Banderas Design’ el camino correcto era estudiar y acudí al mejor sitio”, dijo en entrevista con el diario CincoDías.
Su objetivo, estaba claro: “Quiero ser fiel a mi cultura, y con unos precios comedidos”, dijo el actor, y explicó que buscaba “el retro-futuro, la curiosidad por volver la vista al sueño europeo de los años 50 y 60”.
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