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Cuatro de cada diez españoles aseguran que van a tener que reducir su nivel de consumo en los meses que faltan hasta acabar el año. Los efectos del verano y los datos de inflación, que no da un respiro, mandan. Toca ajustarse el cinturón para cuadrar presupuestos, a pesar de que casi el 90% de los españoles no cree que su puesto de trabajo corre riesgo, incluso siete de cada diez se sienten optimistas respecto a la posibilidad de que su sueldo se mantengan o mejoren en los próximos meses.
El último Informe de Perspectivas del Consumidor, puesto sobre la mesa por Kantar Insights, analizando las perspectivas de consumo de los españoles en función de cómo está el país y la situación personal de cada encuestado, deja claro la situación de crisis en la que estamos inmersos. Y a lo que los españoles no estamos dispuestos a renunciar en cualquier caso. Los productos de autogratificación a los que los consumidores no renuncian ni en crisis.
Los productos de belleza no se negocian
Sólo un 4% de la población tiene suficiente capacidad económica para aumentar su consumo desde ahora hasta final de año. Ese mínima proporción de personas que seguirá organizando dos o tres viajes por Europa al año, saliendo a cenar varias veces por semana o comprando sus prendas de ropa preferidas sin tener la necesidad de esperar a las rebajas.
Pero para el común de los mortales existen asuntos que no se negocian a pesar de que las cuentas no cuadren como les gustaría. Uno de ellos es la inversión en actividades de formación y otra la compra de productos de droguería y belleza. El derecho a la belleza en la ciudad de los pobres, lo que históricamente se ha percibido como productos de “autogratificación en momentos difíciles”, según los expertos de Kantar.
Porque uno no se puede plantear ni siquiera la posibilidad de hacer grandes gastos en vivienda o coches, pero sí está en condiciones de seguir renovando su bono para sesiones de tratamientos estéticos o comprando la lista de productos que no pueden faltar nunca en tu neceser de belleza: crema hidratante, fondo de maquillaje, crema reparadora, mascarilla, contorno de ojos, barra de labios o el cepillo de aire más avanzado, que seca y peina a la vez, dejando un acabado de peluquería. El resultado en el mercado, los productos de belleza generan más de 30 millones de euros en ventas en Amazon
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