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Buenos Aires – El diseñador argentino Pablo Ramirez está en Europa para presentar este 30 de octubre, en la Casa de América de la ciudad de Madrid su desfile inspirado en Eva Perón, durante el lanzamiento en el viejo continente del libro “Evita frente al espejo. Moda, estilo y política en Eva Perón”.
Hace unos días, FashionUnited tuvo la oportunidad de conversar con Ramirez en su atelier, donde adelantó algunos detalles de su viaje, así como también sus nuevos proyectos y su visión sobre su marca y el sector de moda en los últimos tiempos.
¿Cómo estás terminando este año?
Estoy con muchas cosas. En mayo hicimos un desfile durante la presentación que hizo la Editorial Ampersand del libro “Evita frente al espejo. Moda, estilo y política en Eva Perón”, en el CCK de Buenos Aires. Tuvo muy buena repercusión, así que me convocaron para hacer algo similar, aunque con más trajes en España. Además, empecé a trabajar en el vestuario de la Opera Carmen que se va a estrenar en 2024 en el Teatro Municipal de San Pablo (Brasil). Este año además hice el vestuario de Fito Paez para sus presentaciones de los 30 años de El amor después del amor.
Así fue la propuesta de Pablo Ramirez durante la presentación del libro “Evita frente al espejo”
¿En 2023 no hiciste desfile con presentación de colección?
Hace bastante que no hago desfile, pero produje material audiovisual. Desde la pandemia, me gusta mucho Fashion Film porque siento que hay el mismo vértigo, porque no es el tiempo del cine al tener que resolver todo en una o dos jornadas de filmación pero después está la postproducción y la posibilidad de editar. El desfile es más un salto al vacío, es una sola función, es en vivo y el público que lo vio, lo vio. Todo queda ahí.
Siempre te supiste reinventar, lanzando diferentes líneas de tu marca y yendo por distintos caminos. ¿En qué momento estás?
Estoy con la tienda online y la de Recoleta, haciendo lo que me gusta, que es un producto que tiene que ver con lo clásico, con los mismos valores que tenía cuando empecé y que me representan. A la vez, siempre estoy tentado por el mundo artístico así que siento que estoy en un momento en el que puedo hacer un buen balance.
¿Funciona la tienda online para una marca como la tuya?
Si…la pandemia nos cambió todo. Mientras estaba con mi punto de venta en San Telmo comenzamos con la tienda online. En un principio, Gonzalo, mi socio y pareja decía que el producto no era para vender por internet, más que nada por el trato que tenemos con las clientas, porque vienen a probarse, a ver las prendas, el calce, etc. Así que dije, bueno, probémoslo. Al empezar con todo esto, en 2015, ya había lanzado la línea Ramirez Denim y me parecía un buen producto para vender online. Así que empezamos con eso. No se vendió mucho, pero la tienda sirvió para acercar el producto al consumidor. Hay gente que empezó a ir a la tienda física porque había visto el producto en el sitio. Fue una manera de desmitificar la fantasía de que nosotros solo nos dedicábamos a la Alta Costura.
Cuando cumplí 18 años en el local de San Telmo, me mudé a Recoleta y al poco tiempo tuve un Pop Up en Alcorta Shopping. Todo eso consolidó el acercamiento entre la gente y la marca. Pero, para mi y mi estructura, eso significó tener que suspender la venta online porque no podíamos ocuparnos de todo. A fines de 2019 empecé a trabajar en el relanzamiento de la tienda virtual para 2020. Armé toda la estrategia para retomar en marzo de 2020 y justo ahí empezó la pandemia, así que todo se dio con un timing que nunca me hubiera imaginado.
¿Cómo fue el regreso a la presencialidad?
Yo, como otros diseñadores, pensaba que había cambiado el consumo y que todo se iba a dar solamente online, pero cuando pudimos volver a abrir vimos que no era tan así y que la gente prefería la experiencia personal. Pero, también hay otro público, más que nada del interior del país, que por las distancias no puede venir constantemente, al que le conviene la venta online.
En general, la gente quiere tener la experiencia personal, ir al lugar, probarse, hablar cara a cara. Ahora muchas veces sucede que gente que venía comprando producto online y tiene un evento, dice: bueno, ahora es el momento de ir a tener la experiencia personal con el diseñador.
¿Es difícil hacer trabajar en moda en Argentina en estos tiempos?
Hace 23 años que tengo mi marca, pero hace casi 30 que estoy en el mercado. Me tocó vivir desde la época de los años ´90 hasta ahora: nunca hubo estabilidad, ni posibilidades de proyectar, así que pocas cosas me sorprenden…siempre estuve en ese contexto.
Y, más allá de lo económico, ¿cómo ves el diseño?
Hay algo que se podría tomar desde un lugar positivo, aunque no lo es y es que Argentina siempre se manejó al margen de la realidad en el mundo de la moda e incluso sucede en otros sectores. Todos desarrollamos un ejercicio de poder acostumbrarnos a todo esto. Tengo amigos argentinos que viven en Europa y que dicen “el mundo se está argentinizando” y yo creo que algo de eso, en este sentido hay. La última vez que estuve en Europa, me llamó la atención ver cosas que yo solía ver en Argentina. Por ejemplo, en los ´90 en el mundo existían los creadores, grandes diseñadores, el estilo, etc… y acá las marcas eran empresas familiares que trabajaban y copiaban. Hoy en el mundo, las corporaciones y los grandes grupos económicos han absorbido a todas las marcas y hoy son pocos los diseñadores con un estilo y un nombre atrás. Es algo bastante particular, todo va detrás de lo económico. Muchas de las empresas que han comprado las marcas de los grandes creadores destruyen todo el legado en favor de lo económico.
¿Qué viene para Pablo Ramirez?
La presentación en Madrid, la Opera de San Pablo y estoy incursionando en el teatro. Maria Merlino, quien cantó al final de la presentación que hicimos sobre el libro de Evita me convocó para que me encargue de la dirección de una nueva obra unipersonal que quiere hacer. Recién estamos trabajando con el texto. Es un nuevo desafío porque es otro mundo, del que también me siento parte.
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