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Por Cecilia Sigler Relgis
Se inauguró ayer la Muestra del Centenario del Palacio Barolo, que organizada por Modo Arte reúne en el subsuelo del emblemático edificio porteño obras de una treintena de artistas que decidieron celebrar los 100 años de su inauguración, el 7 de julio de 1923.
Adriana Braun, Gisa Haquin, Leonardo Pagano, Patricia Demeter, Miriam Cobos y Brígida Nocera forman parte de la exposición que se puede visitar hasta el 22 de julio en Av. de Mayo 1370, CABA, de lunes a sábado de 14 a 20, con entrada libre y gratuita.
Los subsuelos del Barolo albergan cuadros e instalaciones, sombreros de época, esculturas, pinturas, fotografías y hasta una novela que se presentó y que transcurre en el mismísimo palacio: “Encrucijada” de Laura Castellano y editada por Ediciones del Boulevard.
“Es imprescindible que te vea. Conociendo la verdad, podré y podrás vivir en paz. Aunque no puedas ni imaginarlo, fui quien te salvó…”, invita la autora así a su lectura. La intriga, el amor y la tecnología se entrelazan en la historia de Marina, una experta en Marketing que trabaja para una importante empresa de la industria farmacéutica, y se ve envuelta en circunstancias inesperadas que pondrán a prueba sus convicciones, su corazón y su destino.
Además de esta novela, la muestra fue el escenario de innumerables presentaciones artísticas, desde modelos frente a los cuadros hasta música en vivo en el marco de una noche plena artísticamente donde no faltó nadie. La mayoría de las obras está inspirada en el Palacio y en la época pero la elección da cuenta de una curaduría impecable que supo combinar a la perfección literatura, esculturas, fotos, moda, acrílicos, mosaiquismo, bronce y sobre todo pasión por el arte y por respetar el aura que el Barolo imprime ya desde su estructura.
El Palacio Barolo fue construido por el arquitecto italiano Mario Palanti, que construyó “un templo laico que promueve las artes liberales” inspirado en la Divina Comedia de Dante. Son muchas las coincidencias entre ambos: La división general del Palacio y de la Divina Comedia es en tres partes: Infierno, Purgatorio y Cielo. Las nueve bóvedas de acceso representan los nueve pasos de iniciación y las nueve jerarquías infernales. El faro que posee en la terraza representaba los nueve coros angelicales.
Sobre el faro está la constelación de la Cruz del Sur que se ve alineada con el eje del Barolo en los primeros días de junio a las 19.45 horas. La altura del edificio es de 100 metros y 100 son los cantos de la obra de Dante. Tiene 22 pisos, tantos como estrofas tienen los versos de la Divina Comedia. Cada una de las seis bóvedas transversales, así como las dos laterales, contienen inscripciones en latín. Una de ellas reza: “La letra mata, el espíritu vivifica” y “está fundada sobre piedra firme”, lo cual da testimonio del sentido espiritual con el que fuera construido el edificio, determinando su carácter y función.
Vale la pena visitar la muestra para llenarse de aquel sentido espiritual que el Palacio Barolo imprime y para conocer la obra de artistas nóveles y consagrados que festejan el centenario de este patrimonio cultural porteño.
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