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Debutó en la pasarela 080 Barcelona en 2021 con un vídeo experimental grabado en La Pedrera y conquistó a artistas como Rosalía, Dua Lipa y Amaia, a supermodelos como Kaia Gerber, Bella Hadid o Kendall Jenner y a actrices como Sophie Turner o Lena Dunham. Paloma Wool, la marca creada por Paloma Lanna -hija de los fundadores de Nice Things y que traduce su apellido de forma no irónica para conformar el nombre de su empresa-, debutará este septiembre en la Semana de la Moda de París.
La hija de Miquel Lanna y Paloma Santaolalla ha crecido rodeada de tejidos y de conocimientos sobre el mundo de la moda y el patronaje. Pese a que sus padres intentaron disuadirla de que siguiera sus pasos, Paloma decidió continuar con la tradición familiar y crear su propia marca. Tras el fallecimiento de su padre en 2012, nada más finalizar sus estudios en dirección de empresas en Esade, entró a trabajar en Nice Things junto a su madre. Fue en 2014 cuando decidió dar sus primeros pasos en solitario en el mundo de la moda.
El concepto que sostiene a Paloma Wool se basa en toda la maquinaria de la slow fashion, la moda sostenible, pausada y alejada del consumo masivo y estandarizado: pocas prendas, pocas tallas de cada prenda y un rechazo de las novedades constantes en su catálogo. También se aleja de la liquidación y las rebajas. Otro de los puntos clave es que es un negocio puramente online: sin tienda física, Paloma Lanna ha conseguido que sus creaciones consigan notoriedad de forma orgánica y aparezcan en las calles más fotografiables y modernas de Estocolmo, Copenhague, París, Londres o Nueva York.
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La marca barcelonesa teje y maneja las prendas con una mayor delicadeza y tratado del tejido. No en vano, el 90% de dichas se fabrican entre España y Portugal. Paloma Wool evita, además, los microtrends de TikTok (modas pasajeras que copan los burros de las tiendas y los reels de Instagram durante menos de tres meses). Un goteo de faldas de algodón o de vestidos vaporosos y transparentes aparecen en su página web y se cuelan, posteriormente, en el armario de los compradores más veloces y menos tendenciosos.
“No creo en la idea de hacer mucho y después liquidarlo con una campaña de rebajas, nunca hacemos descuentos. El concepto de sostenibilidad pasa por ajustar muy bien lo que produces y por no incentivar el consumo irresponsable”, declaró hace un par de años su creadora en una entrevista con Vanity Fair. “Lo normal en una firma era presentar dos colecciones al año y muy estacionales. Yo hacía cápsulas atemporales y me fijé como objetivo no hacer nunca rebajas”, reconfirmaba en otra con SModa.
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Paloma Lanna podía comprobar el fervor que sus prendas generaban cada vez que hacía un pop-up en alguna tienda de Europa o en Estados Unidos. Al tratarse de una marca creada en internet y a la que únicamente puede accederse a través de su negocio online, era en estos encuentros cuando su creadora podía desvirtualizar a sus clientes.
La diseñadora de Paloma Wool no quería ser únicamente “una firma de Instagram”. El tiempo ha terminado dándole la razón. No solo debutará en la Semana de la Moda de París este próximo septiembre, sino que Lanna (o Wool, o ambas) ha conseguido que el trabajo que hay detrás de muchas de sus prendas consiga visibilidad y notoriedad más allá de las redes sociales.
La marca barcelonesa desfilará en París junto a la diseñadora murciana Paula Cánovas del Vas, creativa que ganó el premio Vogue Fashion Fund 2022, el máximo galardón que se concede a la moda en España. La moda nacional (y emergente) está de enhorabuena.
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