[ad_1]
Las plataformas de streaming en nuestras vidas con varias promesas para intentar convertirse en la forma principal en la que vemos series y películas. Nadie puede discutir su comodidad, pero cada vez es más evidente que están traicionando sin rubor lo que en su momento se vendió como una de sus grandes ventajas: que tus títulos favoritos siempre estén disponibles para verlos. Cuando quieras y donde quieras, solamente necesitábamos tu suscripción.
Ahí es cierto que siempre ha habido producciones de catálogo que desaparecían cada cierto tiempo de las plataformas. A fin de cuentas, eran meras licencias y las plataformas no eran sus dueñas, pero durante los últimos meses se está empezando a popularizar una preocupante tendencia a eliminar series y películas exclusivas con el único objetivo de reducir costes -lo más habitual es que sea por un tema de impuestos-.
Una tendencia preocupante
La primera en recurrir a esta solución fue HBO Max, pero Disney+ también optó recientemente por hacer una purga similar y ya no sería ninguna sorpresa que volviese a suceder. Habrá producciones que acaben en otras plataformas, pero no existe ninguna garantía de que todas ellas vayan a encontrar un nuevo hogar. Por no hablar de casos tan particulares como el de ‘Batgirl’ siendo poco menos que enterrada en una caja fuerte.
Todo eso lleva a que las plataformas de streaming pierdan credibilidad, porque una cosa es que te caduque un título de catálogo y otra que te quites de encima lo que habías vendido hasta ahora como uno de tus ganchos. Por ejemplo, yo no conecté demasiado con la serie de ‘Willow’, pero que vaya a desaparecer de Disney+ menos de seis meses después del lanzamiento de su último capítulo es algo a todas luces incomprensible.
Es ahí donde entra el hecho de que la gran mayoría de producciones que se estrenan en streaming nunca llegan a tener una edición en formato físico. Soy consciente de que muchos lo ven ya como una alternativa engorrosa, pues ocupa espacio, hay que ir pagando cada título de forma individual para tenerlo en tu colección y luego encima te tienes que ir levantando y metiéndolo en el reproductor, pero si la alternativa es la nada, creo que no hay color.
Tampoco tenemos alternativas
No me cabe duda de que habrá quien comente que todas esas películas y series que desaparecen de las plataformas siguen estando disponibles online por otros medios y que hay gente que únicamente las consume así. Ahí la única certeza que tengo es que si todos hiciéramos lo mismo, la industria audiovisual se iría a pique en un santiamén, por lo que en ningún caso creo que sea una solución razonable. En todo caso, una alternativa si falla todo lo demás.
Otro argumento que he leído es que las plataformas de streaming están gastando demasiado en contenido, por lo que es inevitable que algunos títulos se la peguen. Es cierto, y las propias compañías son conscientes de ello, por lo que no dejan de buscar fórmulas para conseguir se rentables y dejar de tener pérdidas multimillonarias. Pero ni siquiera alcanzar ese punto de equilibrio nos libra de la posibilidad de que más producciones exclusivas desaparezcan en el futuro.
Esas enormes limitaciones en su disponibilidad son algo incomprensible en el mundo del streaming. Con el formato físico siempre te quedaba la excusa de que se agotaba una edición y luego pasaba tiempo hasta que volvía a estar disponible. Fue la táctica de Disney durante mucho tiempo con sus Clásicos Animados en la era del VHS para conservar un aura de títulos importantes, pero luego se fue perdiendo y todo pasó a ser que simplemente se iban descatalogando y a veces nunca eran reeditados.
Ese problema es algo que deberíamos haber dejado atrás al menos con los títulos exclusivos de cada plataforma. A fin de cuentas, el objetivo de estas compañías de streaming es que mantengamos para siempre nuestra suscripción y a cambio nos prometen contenido nuevo de forma constante y un catálogo que igual no te acabas de ver en toda tu vida, con esos títulos exclusivos como principal gancho.
Al respecto conviene recordar la mala fama que arrastra últimamente Netflix por cancelar tanta serie -un ejemplo bien reciente lo tenemos con ‘Agencia Lockwood’, una serie de ciencia ficción que fue cancelada tras una única temporada, haciendo así buenos los malos presagios de muchos cuando vieron su tráiler-. Eso es algo hasta cierto punto inevitable, pero también ayudaría no lanzar títulos sin parar y que muchos parecen que llegan a la plataforma por la muerta de atrás y que la propia Netflix ya ha decidido dejarlos morir antes incluso de su lanzamiento.
El borrado de títulos es algo aún más grave, porque simplemente te deja sin la opción de poder verlos. Y además no son pocas las plataformas de streaming que no tienen una estrategia limpia a la hora de avisarnos de aquellos títulos que van a desaparecer. Puedes entrar un día y que simplemente ya no esté allí. Ya puede molestar cuando es algo que sabían con toda la antelación del mundo -y es que licenciaron ese título por un tiempo determinado- y encuentras en tu lista para ver algo que ya no está disponible, pero lo de que desaparezcan títulos que hace apenas unos meses estaban siendo promocionados a lo bestia es la confirmación de que las plataformas de streaming deberían ser, como mucho, un complemento. Y su estrategia no es precisamente esa.
En Espinof | Las 27 mejores series de la historia de Netflix
[ad_2]
Source link