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¿Qué ponerse, y estar a la moda, para ir a la oficina o para las ocasiones en las que en una videollamada laboral se ve más que la cabeza?
Si esta es tu preocupación, ya podés ir preparándote para lo que se usará en la próxima temporada. La gran tendencia es el power dressing.
Qué es el “power dressing”, la nueva tendencia de moda en las oficinas
Este concepto aparece cada vez más en los anuncios de las colecciones. ¿Qué significa realmente el power dressing, que hace mención al poder del vestuario?
En primer lugar, una mirada retrospectiva: los orígenes de la indumentaria del poder se remontan a finales del siglo VIX, concretamente, al desarrollo del traje sastre.
“Es decir, la época en la que también surgía la primera oleada del movimiento feminista y las mujeres empezaron a llevar un traje, el llamado sastre, compuesto por chaqueta y falda”, explica Birgit Haase, catedrática de Historia del Arte y de la Moda de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Hamburgo.
En las décadas posteriores, el traje sastre siguió las tendencias generales de la moda. Sin embargo, la moda de los años ‘80 fue determinante para lo que hoy se entiende como power dressing.
“En aquella época, la silueta de moda se caracterizaba por los hombros muy marcados y precisamente por las hombreras insertadas”, comenta la especialista.
Un ícono del este movimiento fue la exprimera ministra británica, Margaret Thatcher. “Encarnaba esta tendencia con un traje más bien conservador de colores apagados con una blusa clásica con cuello cruzado o lazo y un collar de perlas”, apunta Haase.
Hombreras y pantalones anchos
En el mundo de la moda es cierto que lo que alguna vez fue tendencia, se vuelve a adoptar gustosamente más tarde. La silueta asociada al término power dressing no es una excepción.
Según el consultor de moda Andreas Rose, hoy en día la era de las mujeres trabajadoras de los años ‘80 inspira a diseñadores de marcas como Yves Saint Laurent, Valentino, Dolce & Gabbana y Alexander McQueen a recrear interpretaciones modernas de la silueta power.
El regreso a los atuendos business está desempeñando un gran papel en estos momentos. Rose destaca que la próxima temporada girará en torno a los “códigos masculinos”: conjuntos de chaqueta y pantalón, blazers o americana, trajes de falda y chaqueta.
Además de los exagerados power shoulders (hombros destacados), también están de moda los chalecos a medida, las camisetas sin mangas y las corbatas clásicas. Según Rose, estas últimas están haciendo su reaparición en el ropero femenino.
Combinar hombros anchos con discreción
Lo que ahora se denomina el poder des vestuario, también conocido como competencia distintiva, no es necesariamente una tendencia de moda puramente de negocios. Fuera de la sala de reuniones y lejos del escritorio, las corbatas, los trajes y similares también están de moda.
Pese a que en sus orígenes están vinculadas al mundo laboral, Hess aconseja utilizar de un modo más bien discreto los característicos blazers con hombros acampanados.
“En un entorno informal, siempre la combinaría con un básico, es decir, vaqueros negros o vaqueros normales”, dice. Y tampoco en el corte hay que ir necesariamente por todo, añade. “Las hombreras que vemos ahora en los desfiles de moda son, desde luego, exageradas”, aclara.
En lugar de enormes hombreras en las chaquetas, también se puede optar por blusas con hombros voluminosos, “casi como mangas abullonadas”, sugiere Hess.
“Por lo demás, quizá me aseguraría de que se trata de una prenda en la que se puedan minimizar las hombreras para poder volver a ponerse la chaqueta en los próximos años”, destaca la especialista en trajes de negocios.
Un blazer diferente
Hess hace hincapié en que la elección adecuada del color también pertenece al ámbito del power dressing. Sin embargo, no cree que los colores apagados a lo Margaret Thatcher sean lo más adecuado, sino todo lo contrario.
“Por ejemplo, un rojo fuerte, que no sea oscuro, pero sí un poco frío”. Se trata de usar un color de “poder absoluto que nos lleve a la acción”, resalta. La experta puntualiza que queda bien en blusas y en combinación con un traje pantalón negro de corte más bien holgado.
Además está el chaleco blazer, o lo que es lo mismo, la chaqueta o americana sin mangas. Estas prendas modernas y vaporosas, que suelen tener un corte un poco más largo, pueden llevarse sobre una blusa o una camisa de manga larga.
“Se pueden llevar con pantalones de traje o culotes para un estilo business clásico”, prosigue la experta en vestimenta formal. Para los negocios informales, también puedes llevar vaqueros con una americana sin mangas.
Blazer recortado y pantalones de talle alto
Hay otra tendencia esta temporada que no tiene por qué detenerse en la puerta de la oficina: los llamados blazers cropped, una versión de chaqueta extracorta.
Hess recomienda llevar estas prendas cortas en contextos de trabajo, pero no con los omnipresentes pantalones de tiro bajo, sino con vaqueros de cintura alta, jeans paperbag de talle alto, pantalones Marlene o faldas. Las camisetas básicas quedan bien con todos estos estilos de pantalones. “Queda muy bien, porque es una ruptura con los diferentes largos”, opina.
Asimismo, anuncia también el regreso de las prendas de cuero o piel sintética. Aunque en la actualidad no es necesario vestir un look integral de cuero, o sea, chaqueta de cuero y falda o vestido de cuero, sí se puede llevar una de estas prendas para ir a la oficina.
En ese caso, la estilista opina que quedan bien unos culotes de cuero (largo 7/8) con una blusa o faldas de cuero hasta la rodilla de línea A.
También se puede combinar con un jersey de cuello alto. Queda muy clásico y chic. O también con prendas de color, como el rojo. Esta es una combinación fuerte que, según la experta, “también va de nuevo en la dirección del poder del vestuario.
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