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El de Harris Dickinson (Londres, 1996) es uno de esos rostros que resultan imposibles no encontrar familiares. Con 27 años, el británico ha estado en The Kingsman, la última entrega de la saga de espías que capitanea Matthew Vaughn, o en la segunda parte de Maléfica, pero también en cintas de corte más autoral, como The Souvenir Pt. II o El triángulo de la tristeza. Fue precisamente con esta última cuando su cara se hizo todavía más conocida. El sueco Ruben Östlund le ofrecía un papel destinado a cambiar su carrera, el de un modelo masculino que vive a la sombra de los deseos y caprichos de su novia influencer. El filme consiguió la segunda Palma de Oro para su director y sus protagonistas llegaron a sonar como posibles nominados en los Premios Oscar de 2023.
Desde entonces, el nombre de Harris Dickinson se ha vuelto omnipresente. El londinense es uno de los protagonistas de Asesinato en el fin del mundo, la nueva serie de Brit Marling para Disney+. Además, es el adulto con más líneas de diálogo en Scrapper, la ópera prima de Charlotte Reagan y uno de los títulos que promete arrasar en los premios de cine independientes de Reino Unido –acumula 14 nominaciones en los BIFA–. Muchos han querido ver en esta película una nueva Aftersun y, si bien es cierto que guarda paralelismos con el filme de Charlotte Wells, tiene su propia personalidad bien marcada. Para empezar, aquí la niña que tiene que acostumbrarse a vivir con un padre hasta entonces ausente es una deslenguadísima Lola Campbell, quien encarna a Georgie. Es divertida, pero al mismo tiempo resulta dura en lo que cuenta. Dickinson demuestra que puede encarnar a un bonachón con pinta de quinqui buscavidas con muchas ganas de viajar a Ibiza.
Es ese tipo de cine, el más autoral, el que parece haber definido la carrera de Harris Dickinson. Fue con su primer papel, en Beach Rats, con el que conquistó a la crítica casi sin proponérselo. El actor se metía de lleno en la actuación con el rol de Frankie, un conflictuado adolescente de Brooklyn que intentaba descubrir su identidad mientras abusaba de las drogas y quedaba con hombres mayores a través de aplicaciones de ligue. Dickinson consiguió con este trabajo nominaciones a los Gothan, a los Spirit y prácticamente a todos los premios del cine independiente. La cinta ganó el galardón a Mejor dirección en el Festival de Sundance de 2017.
Tan solo seis años han pasado desde aquella incursión en la pantalla, pero el de Harris Dickinson se ha vuelto un nombre común a la hora de hablar de nuevos favoritos de la industria. Por el momento, el actor forma parte del reparto de una de las películas que más darán que hablar con el arranque del nuevo año. The Iron Claw, de Sean Durkin, se estrenará en cines españoles el 14 de febrero y contará la trágica historia de los hermanos Von Erich. Para ello, nada mejor que contar con un reparto enormemente cool en el que también están Jeremy Allen White, Stanley Simons y un irreconocible Zac Efron que vuelve a intentar llevar su carrera por estimulantes caminos.
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