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Este artículo sobre relaciones se ha publicado originalmente en GQ India.
Jonah Hill, actor conocido por películas como El lobo de Wall Street, fue noticia recientemente cuando su exnovia, Sarah Brady, lo acusó de abuso emocional y manipulación y compartió unas supuestas conversaciones de texto entre ambos. La surfista colgó capturas de pantalla de mensajes del actor, que en repetidas ocasiones le pidió que eliminara ciertas fotos que él consideraba inapropiadas y que cortara sus relaciones con hombres y mujeres que él pensaba que no le hacían bien, todo ello en una lista de cosas a las que ella debía renunciar si quería tener una relación sentimental con él. Otro ejemplo de manipulación emocional y control de este tipo lo hemos visto en el caso del novio de la actriz Keke Palmer, y padre de su hijo, que la avergonzó en Twitter por llevar un vestido transparente a un concierto.
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Estos ejemplos suscitan una importante conversación sobre el control en las relaciones. Lo hemos visto en películas, series y otro tipo de ficciones, donde las señales de alarma de una pareja manipuladora se enmascaran tras la popularidad o la simpatía del personaje. En la vida real, los desacuerdos y los conflictos forman parte de toda relación, pero si empiezas a ver estos síntomas de manipulación emocional por parte de tu pareja, es hora de poner pie en pared.
1. Luz de gas
La luz de gas es una de las tácticas más comunes de manipulación. Es un tipo de abuso emocional en el que se crea una narrativa falsa o una distracción que provoca que la víctima cuestione su juicio, haciéndola sentir insegura sobre lo que está sintiendo. Aunque es común en las relaciones románticas, el gaslighting también puede darse entre amigos, hermanos e incluso entre colegas, donde se anima a la víctima y se le hace creer que en realidad es a ella a quien hay que culpar de algo, o se la considera demasiado sensible. Una forma de averiguar si alguien te está haciendo luz de gas es estar atento a qué sientes cuando estás a su alrededor, ya sea confusión, decepción o sensación de ser inadecuado.
2. Utilizar la culpa como táctica
Si tu pareja te culpa por algo que hiciste en el pasado y lo utiliza para conseguir que hagas lo que quiere que hagas, entonces eso es el signo de un manipulador emocional. Aunque todos pasamos por momentos de culpabilidad en nuestra vida cotidiana, usar eso en tu contra, señalando tus debilidades, puede llevarte a hacer cosas que no querías hacer en primer lugar. Este tipo de manipulación puede socavar la relación e incluso destruir los cimientos de confianza sobre los que se construyen las buenas relaciones.
3. Usa tus inseguridades en tu contra
Otra señal de manipulación en una relación es cuando tu pareja utiliza tus debilidades e inseguridades en tu contra. Puede hacer comentarios o tener comportamientos, de manera intencionada, para que te sientas vulnerable y confuso. A veces incluso puede camuflarlo como un cumplido (negging): por ejemplo, halagar tu atuendo pero indirectamente comentar tu peso.
4. El comportamiento pasivo-agresivo
En lugar de comunicarse y ser sincero, una pareja pasivo-agresiva esquivará activamente temas, situaciones o discusiones. El sarcasmo puede ser otro signo de comunicación pasivo-agresiva. Incluso pueden agarrarse a reacciones emocionales inmaduras para obligarte a preguntarles qué les pasa en lugar de decir la verdad. En tales casos, podría haber un trasfondo de desconfianza, frustración y enojo que potencialmente podría arruinar la relación.
5. Negarse a la comunicación
Negarse a hablar con el otro como forma de castigo es una forma habitual de manipulación y control. Cuando uno de los miembros de la pareja quiere hablar de un problema pero el otro se retrae, puede producirse una burbuja de emociones negativas como la ira y la angustia que nublan el juicio en una relación. Esto puede ocurrir en forma de negar afecto o sexo como forma de castigo por algo insignificante. La mejor manera de afrontarlo es reconocer los sentimientos y emociones del otro, y ser amable y calmado en lugar de volverse abusivo de cualquier manera.
Amor, respeto y confianza son las tres piedras angulares de una relación sana. Si crees que tu pareja te está manipulando, la comunicación es la mejor manera de ser honesto sobre tus sentimientos y recuperar el control de tu vida y tu salud mental.
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