Sandra Capponi: “Las compañías que no sean sostenibles se quedarán atrás”

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Un largo camino. Así es como describe Sandra Cappoli, cofundadora de Good On You, la aplicación móvil que proporciona información sobre la sostenibilidad de las empresas de moda, el proceso de conseguir que la industria de la moda sea totalmente sostenible. La experta habla de una tendencia “creciente”, pero asegura que todavía hay que mejorar muchas de las condiciones en la cadena de suministro de las compañías para alcanzar los niveles deseados. Cappoli, licenciada en Comercio y Arte por la universidad australiana de Monash y MBA en IE Business School, pasó más de ocho años en el National Australia Bank. La directiva desempeñó puestos de responsabilidad en la empresa antes de fundar en 2016 la aplicación de la que, actualmente es directora.

 

 

Pregunta: ¿Cómo defines la sostenibilidad?

 

Respuesta: Es una manera de actuar para afrontar nuestro futuro. Convivir de una manera que no dañe el medioambiente y hacer cosas que lo protejan. En moda, ser sostenible significa cuidar a las personas y nuestro planeta, así como tener en cuenta la cadena de suministros cuando diseñamos, creamos e, incluso, vestimos nuestras prendas. La sostenibilidad engloba muchos aspectos como reducir residuos o aminorar el impacto climático, incluso proteger el hábitat de los animales. Los consumidores pueden actuar fomentando la segunda mano o apoyando a marcas que lo hagan mejor en términos sostenibles.

 

 

P.: Una de las claves de la aplicación es la transparencia. ¿Es mejor comunicar los errores que no decir nada?

 

R.: Absolutamente, la transparencia es muy importante. Es lo que comporta responsabilidad en la industria y es lo que da a los consumidores la información que necesitan para tomar mejores decisiones. Sin transparencia, ellos no pueden jugar su papel para hacer el futuro más sostenible en el sector de la moda. Todos deberíamos hacer lo que esté en nuestras manos para darles la información que necesitan. Nuestro ránking sólo tiene en cuenta información pública y transparente y, especialmente, premiamos marcas que, aunque cometan errores, se plantean cómo remediarlos. Esto muestra que están estudiando cómo mejorar y que están tomando decisiones para hacerlo.

 

 

P.: ¿Los consumidores toleran los errores?

 

R.: Depende. Muchos consumidores no toleran a empresas que no toman la iniciativa de ser sostenibles y eso está muy bien. Queremos que los consumidores jueguen su papel y también se están convirtiendo en personas más concienciadas sobre el greenwhasing y no confían en marcas que hacen grandes anuncios sobre sostenibilidad sin evidencias reales de qué están haciendo para llevarla a cabo. Cuando una empresa se equivoca, corregir el error es muy importante y, aunque muchas lo hagan, no llenan los titulares o las redes sociales.

 

 

P.: La moda tiene una compleja y larga cadena de suministros, ¿es eso una barrera para mejorar en sostenibilidad?

 

R.: Eso es verdad, la moda tiene obstáculos particulares cuando hablamos de sostenibilidad, pero no significa que no tengamos que cambiar las cosas; volvemos al punto de antes, la transparencia es la clave, la cosa más importante. Cuando llegamos al fondo de esta cadena de suministro y sabemos qué está pasando realmente es cuando podemos progresar.

 

 

 

 

 

 

P.: Comprar en mercados locales se ha convertido en la última tendencia. ¿Es la producción local siempre más sostenible?

 

R.: Sí, vimos también esta tendencia en la pandemia. Sin embargo, muchos estudios recientes sobre marcas locales desde el Covid-19 nos muestra que no es exclusivo o necesario comprar en compañías locales para ser sostenible. La producción local tiene muchos beneficios relacionados con menos huella de carbono y mejoras en el medio ambiente, además se puede simplificar la cadena de producción y apoyar mejor a los trabajadores o a las pequeños negocios, pero hay otros muchos asuntos complicados que afectan a la sostenibilidad de la producción de moda. Todo erradica en ayudar a las empresas a mejorar su cadena de suministros, como utilizar otros materiales más sostenibles o utilizar otras fuentes de energía para sustituir los químicos o el gasto de agua a través de políticas ambientales y de bienestar. Todos los aspectos son importantes a analizar en una marca para saber el impacto que tiene en la gente y el planeta.

 

 

P.: ¿Tienen algunas empresas miedo de ser añadidas al ránking de la app? ¿Cuál es el impacto en la transición hacia la sostenibilidad?

 

R.: La verdad es que muchas marcas quieren ser añadidas al ránking. Tenemos un gran abanico de empresas porque muchas compañías se están dando cuenta de que los consumidores buscan nuestra información para ver dónde comprar. Además, las empresas que están en nuestro ránking ganan credibilidad y visibilidad. Obviamente también hay otras marcas que no siempre están contentas con lo que escribimos de ellas, pero creo que siempre intentamos reflejar la idea de que no es fácil ser sostenible en la moda y que todavía le queda mucho a la industria para avanzar. También intentamos apoyar siempre a las compañías para que implementen buenas medidas, hay que escuchar a las empresas, entenderlas y guiarlas para que puedan tomar buenas decisiones. Nosotros, por ejemplo, estamos en contacto mucho con minoristas que están tomando medidas para mejorar.

 

 

 

 

 

 

P.: Medir la sostenibilidad se ha convertido en un proceso técnico y científico. ¿Necesitan las compañías nuevos roles en sus departamentos de sostenibilidad?

 

R.: Realmente no. Hay muchos expertos, organizaciones e iniciativas industriales que pueden ofrecer visiones específicas y apoyo. Lo que realmente debe ser importante para las compañías es tener compromiso y realmente hacer cambios sostenibles y esto significa hacer cambios de arriba hacia abajo, no solamente sentarse con departamentos sostenibles y relegar en ellos el posible cambio. Claramente también es positiva la colaboración con industrias, expertos u otras marcas con las que compartir experiencias y objetivos.

 

 

P.: Con la nueva regulación relacionada con el greenwashing, ¿hay riesgo de que las marcas paren de hablar de sostenibilidad?

 

R.: Con esta situación de greenwashig, donde las empresas se autoproclaman sostenibles sin tener en cuenta la futura regulación, no puede durar mucho más porque la demanda de los consumidores ya se está viendo que es diferente. Se fijan en marcas que realmente apuestan por la sostenibilidad y esta situación solo va en aumento. Las compañías que no se suban a esta ola se quedarán atrasadas y estancadas en el mercado, así que esperamos que en los años que vienen las empresas empiecen a comunicar a sus consumidores sobre los asuntos que realmente les importan.

 

 

P.: Explicar conceptos complejos a los consumidores conlleva simplificar la información. ¿Es eso un riesgo para la rigurosidad?

 

R.: La verdad es que es difícil de determinar. Nosotros, por ejemplo, explicamos mucha información y desglosamos puntos diferentes sobre problemas de sostenibilidad porque el tema en sí es complejo, pero traducimos toda esa información de una manera más simple para los consumidores porque es importante que sea fácil de entender y fácil trabajar con ella. Todo esto no significa que tengamos que recortar información, hay que tener en cuenta los puntos importantes y no dejarlos de lado por su complejidad porque, aunque sean difíciles de entender, ayudarán a los consumidores a tomar mejores decisiones.

 

 

P.: En una industria de moda sostenible, ¿dejarán de hacer falta los directivos de sostenibilidad en las empresas?

 

R.: Eso sería un sueño, que la sostenibilidad ya esté totalmente integrada en el sector de la moda y que no hagan falta directivos o ejecutivos al mando. Por supuesto nos queda un camino largo camino para llegar a ese momento, pero con las normas adecuadas, colaboración, compromiso y, por supuesto, con la información correcta para fortalecer a los consumidores, estoy segura de que lo conseguiremos.

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