Taburete: «¡Vamos a olvidarnos de los problemas y a disfrutar!»

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Sancti Petri volvió a vestirse para la ocasión, este lunes, para recibir de nuevo a Taburete. La banda madrileña liderada por Willy Bárcenas y Antón Carreño no se pierde la cita anual de todos los veranos, consagrándose ya como un clásico en Concert Music Festival. El fuerte viento de levante no impidió que los fans de la aclamada banda se acercaran hasta este enclave de Chiclana para disfrutar de mucho baile y energía a la que nos tiene acostumbrados Taburete.

Si en la anterior edición Taburete hacía un alto en el camino, en Chiclana, para ir Caminito a Matadero, en esta nueva cita el grupo llegaba directamente a Matadero 5 para presentar su último trabajo y hacer un repaso a los temas más sonados de sus álbumes. Público de todas las edades, familias con niños, adultos y jóvenes, se abrazaban en una noche vibrante y muy madrileña en Concert Music Festival.



Cuando se apaga la luz y no se van las ganas de bailar, comienza la fiesta y todos se dejan llevar. Un enérgico Willy Bárcenas vibraba con el arranque del primer tema de Taburete, incluido en Matadero 5. Una canción en la que debate consigo mismo si todo es real o un espejismo, una sensación que seguro que siente cada vez que se sube al escenario y recibe la ovación de su público. «Esta noche vamos a olvidarnos de los problemas y a disfrutar. ¡Esto es Taburete!», y enloqueciendo a sus fieles dio paso a Belerofón, uno de sus clásicos que hizo vibrar el Auditorio principal.

El concierto no había hecho más que empezar y ya se notaba el fenómeno fan. El público no podía dejar de saltar, bailar y grabar con sus móviles cada uno de sus temas. De nuevo buscando la complicidad con sus fans, Willy Bárcenas aprovechó para desearles buenas noches, aunque no sabía si tenía que decir «Sancti Petri o Chiclana», confesó en tono de broma. «Es un gusto repetir, creo que es el año en el que más gente habéis venido y mejor nos habéis recibido. Esto ha arrancado de puta madre, así que gracias». Entre aplausos prometió que «vamos a hacer un repaso a nuestra historia taburetera, así que vamos a pasarlo bien».

La banda madrileña bajó los decibelios y se puso más tierna para interpretar uno de los temas de su último trabajo, Hasta desmayarnos. Los enamorados se lanzaban miradas y se abrazaban siguiendo el ritmo de sus versos. Hubo tiempo para la fiesta, el amor y también para el flamenco. «Esta canción nos hace ilusión cantarla en el sur, así que se noten las palmitas». Dicho y hecho, acompañándolo en las palmas, Willy Bárcenas sacó su lado más rumbero para interpretar Penúltimo beso.

Y del sur de España rápidamente cruzaron el charco, no sin antes gritar a pleno pulmón: «¡Viva Cádiz! ¡Viva Andalucía! ¡Viva España! Y ¡Viva México! -cabrones-». La banda emprendió un camino sin frenos hacia México D.F. y aunque aterrizaran en Aviones sin Fuel se metió al público en el bolsillo con ambos temas. Después de estos grandes momentos, las luces y los colores del escenario se tornaron en imágenes en blanco y negro para hacerle un guiño a El Canto del Loco con el éxito Una foto en blanco y negro. Con esta canción el público «se murió de amor», y vivieron uno de los momentos más especiales de la noche con esta versión.

Willy Bárcenas sabe cómo movilizar a las masas. Sus gestos y sus movimientos, por y para el público, hacían muestras de liderazgo en el escenario. Sus fieles le ovacionaban, le seguían en sus movimientos y vibraban con Taburete con más canciones como Mariposas o Abierto en Vena. Esta última presentada por Antón Carreño, quien confesó que «un día me levanté medio romántico y salió esto».

Dejando a un lado el amor, llegó el momento más fiestero de la noche. Como si de un guateque se tratase, los chicos de Taburete comenzaron a bailar al encenderse las luces de La Discoteca. Este tema tan ochentero, donde no faltó el baile, dejó a los músicos y a sus fans Rotos y Elegantes, antes de poner los 5 Sentidos a lo que estaba sucediendo en esta mágica noche de verano.

A medida que disfrutaba en el escenario, Willy Bárcenas lanzaba besos a sus fans, le hacía gestos de corazón con las manos y los saludaba a cada momento. «¿Está siendo una noche de categoría? ¡Pues queda todavía!», prometió el cantante. Después de Walter Palmeras, en la que Antón Carreño cambió la guitarra por el ukelele, se fueron a «casa de dron» acompañados del éxito Sirenas.

La noche llegaba a su fin y, haciendo un breve descanso, Willy Bárcenas regresó al escenario con una tierna dedicación: «Esto va para mi mujer, Loreto». Y en un ambiente oscuro e íntimo interpretó con mucha emoción el tema John Ford. Después de este momento tan especial, Taburete invitó a Madame Ayahuasca para vivir en directo una auténtica revolución con este éxito de la banda madrileña. Consagrándose como los Amos del Piano bar y poniendo rumbo Caminito a Motel, Taburete se despidió a lo grande haciendo vibrar los corazones de su público más fiel en Sancti Petri.

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