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Afirma Valentina Zenere (Buenos Aires, 1997) que la clave está en trabajar duro, pero en soñar aún más fuerte. A ella le ha funcionado. Esta joven de ojos celestes y melena platino lidera actualmente el elenco de ese éxito adolescente llamado Élite (Netflix) que, tras siete temporadas, podríamos calificar ya como generacional.
Su Isadora es la cara más visible del instituto que reabre sus puertas el 20 de octubre y que ha convertido a su intérprete en todo un icono con 12 millones de seguidores solo en Instagram. “No soy muy consciente de nada de eso; es solo una parte del trabajo. Yo tengo mis amigos, mi familia y ya está”, explica la argentina.
Portada Valentina Zenere
Amanda Lago
Quizá su humildad sea fruto de una carrera que arrancó con apenas ocho años en un anuncio de Barbie para después tomar vuelo gracias a la serie infantil de Disney Soy Luna, que la enseñó a lidiar con una fama que ya no la abandonaría jamás. Trabajó como modelo y eso se nota cuando posa ante la cámara, en este caso vestida con la colección O/I de Fendi, una colección muy especial ya que Kim Jones la ha creado inspirándose en el estilo personal de Delfina Delettrez, diseñadora de joyas de la firma italiana.
Valentina la hace suya mientras nos confiesa que sus sueños se centran ahora en una prometedora carrera en la industria musical y en el asalto definitivo a Hollywood. “Es mi mayor deseo, así que ojalá que ocurra. ¡Pero hay que decirlo! El otro día, que había luna llena, nos juntamos con todos mis amigos para manifestarlo”, deja caer. Seguro que ya está escrito en los astros.
Vestido y botas, de Fendi.
¿Qué puedes contarnos sobre Isadora en esta nueva temporada de Élite? Está logrando entender un poco de qué va el amor, aunque a ella le sigue costando todo eso. Y también se hará muy presente el mundo adulto; nuestros padres tienen un rol bastante importante en las tramas. A mí me gustaría que Isadora se volviera más mala, como mafiosa. Le van a pasar un par de cosas que ya verán, va a tener motivos. Aunque uno siempre tiene motivos para ser malo en esta vida.
Has interpretado a varias villanas en la ficción, ¿por qué nos fascinan tanto? Porque tienen la licencia para hacer lo que nosotros no podemos hacer en la vida real. Y porque uno nunca es malo solo porque sí; hay muchas cosas en la vida desde la infancia que te hacen desarrollarte de cierta manera. Eso nos mueve a empatizar con ellos. Yo de chiquita siempre quería ser la mala, no quería ser la buena. Me divierte mucho interpretarlas.
Maribel Verdú, que se incorpora ahora a la serie, confesó en esta revista que os había rejuvenecido ella a vosotros. ¡La amo! Esa mujer es fantástica. Yo le dije que cuando sea grande quiero ser como ella, quiero estar así… Por favor, lo linda que es. No me ha tocado compartir muchas escenas con Maribel, pero me la he cruzado en el set y me parece una persona y una actriz increíble. Todos estamos felices de que se una a la serie.
Vestido midi sin mangas, en piel y con botones de presión a lo largo de la espalda; bolso Baguette Multipocket en piel y botas Delfina en piel y con tacón alto. De Fendi.
Estáis rodando la temporada final justo ahora. ¿Piensas ya sobre lo que vendrá después? Intento vivir mucho más en el presente, pero obviamente se piensa sobre hacia qué lado seguir. Me haría ilusión producir y armar un proyecto yo misma pero estoy contenta, porque tenemos ahora el estreno de los nuevos episodios, seguimos rodando, el año que viene se estrena una película que hice en Argentina… Eso sí, no me vendrían mal unos días en la playa.
¿Una actriz no tiene vacaciones? Yo desde diciembre no he descansado nada. He empalmado rodaje con rodaje, pero estoy agradecida. A mí me gusta trabajar, porque si no me vuelvo un poquito loca. Lo necesito.
Llegaste a España a principios de 2020 con Las chicas del cable. ¿Cómo valoras tu camino hasta ahora? Tenía muchas ganas de irme de Argentina por el momento personal en el que estaba. Sentí que España era hermosa y que me venía bien, y por suerte se dieron las cosas para poder quedarme acá. Mi corazón está muy dividido. Cada vez que me preguntan que dónde vivo me agarra un cortocircuito mental, ¿viste? Amo España y Argentina.
Sudadera en viscosa blanca; falda Cárdigan de lana; bolso Nano Fendi C’mon, Charm de cocodrilo negro y botas Delfina en piel negra con tacón alto. Todo, de Fendi.
He leído que ibas a clases de interpretación con solo seis años. Dime un sueño que le quede por cumplir a esa niña. Un montón. Cada vez que cumplo un sueño, quiero otro y otro… Yo sueño con ganar un Oscar. Me haría mucha ilusión trabajar en Hollywood. Voy a intentarlo con todas mis fuerzas porque mi padre siempre dice que nadie va a tocar en la puerta de tu casa para ofrecerte lo que quieres. Y tiene razón. No creo que mañana me llame Christopher Nolan y me pregunte si me gustaría protagonizar una película. Hay que trabajar a diario y es lo que estoy haciendo.
Protagonizaste un anuncio de Barbie con apenas ocho años. Si tuvieras que ser hoy una Barbie, ¿cuál elegirías? ¡Barbie ‘mocatriz’! (ríe) No, sería Barbie actriz, evidentemente. A mí actuar es lo que más me gusta; es mi motor en la vida. Y es así desde que era muy chiquita. Mi madre me contó que una vez salí de una clase de teatro y le dije, “mamá, este es el aire que yo necesito para respirar”. ¡Háblame de intensidad! (ríe). Pero sí, así soy, intensa y sensible, por eso me dedico a lo que me dedico.
¿Y respirar ese aire siempre ha sido bueno para ti? Siempre. A veces una reniega de todo, como cuando vas a la oficina y tienes algún problema, pero soy afortunada. El otro día estaba en Ibiza con mis amigos durante el fin de semana y me quería morir porque tenía que volver para trabajar, y una amiga me dijo: “Imagínate si no te gustase lo que haces”. Es verdad. Siempre que hay una queja o que estoy cansada acabo recordando que tengo mucha suerte de poder dedicarme a esto.
Vestido midi sin mangas, en piel y con botones de presión a lo largo de la espalda; bolso Peekaboo ISeeU Small en piel trenzada color camelia. De Fendi.
Desde fuera, da la impresión de que tu carrera ha sido exitosa desde muy pronto. ¿Realmente ha resultado todo tan orgánico o te has encontrado puertas cerradas? Me han dicho que no muchas veces; no he tenido las cosas fáciles. Mis padres no se dedican a nada que tenga que ver con el espectáculo, trabajo desde muy chiquitita y siento que todo lo que me pasó fue de a poco, desde abajo y ganándomelo por mi propia cuenta. Está bien decirlo en voz alta porque así me lo recuerdo a mí misma, que a veces una se olvida de todo. Ha habido años en los que no tenía curro. Me ha costado, pero me lo he ganado.
Te describes como insegura y tímida, aunque la imagen que ofreces públicamente es la opuesta. ¿Cuál es el superpoder que te hace dar ese cambio? Mi superpoder es la actuación, cuando alguien dice “¡acción!” yo siento que se me va. Y la inseguridad es algo que todos tenemos. Las mujeres, principalmente, vivimos en un mundo donde se nos exige muchísimo y es normal ser insegura. Lo digo porque cuando nos ven en Instagram quizá se sientan muy lejanas a nosotras y la realidad es que todas somos iguales. Yo también miro una foto en Instagram de otra persona y digo “qué guapa es, me siento mal”, como le pasa a cualquiera. Me parece importante comunicarlo.
¿Y a Élite se le exige mucho? Es curioso que una serie protagonizada por un puñado de jóvenes se haya convertido en un fenómeno global y, sin embargo, la crítica sea tan dura con ella. El que no quiera entender que no entienda. Es verdad que con Élite son un poco más duros, pero después la ve todo el mundo, así que no sé muy bien de qué se quejan. Al que le guste que la vea y al que no, que no mire. Ya está.
Chaleco en lana y pantalón de grain de poudre en lana. De Fendi.
Fuiste chica Disney pero, al contrario que otras, has sabido trasladar ese éxito personal y profesional a la vida adulta. ¿Qué has hecho bien? No lo sé, no soy una persona que sea muy consciente de lo que vive o de lo que hace. Para mí es como ir a la oficina: yo me levanto de la cama y voy a trabajar. La clave también está en mantener tus vínculos siempre muy cercanos. Mis amigas son las de toda la vida y mi familia sigue muy presente, aunque estén a mil kilómetros de distancia.
¿Tienes alguna persona que te ponga los pies en la tierra cuando el éxito abruma? Sí, mi padre. Él es muy sincero conmigo y siempre que tengo alguna cosa acabo llamándole. Da muy buenos consejos. Va al grano, es Aries, te dice las cosas como son. Cuando colapso, siempre está mi padre conmigo.
En esta producción vistes looks de Fendi. ¿Para ser una estrella de la música hay que ser también un icono de estilo? Depende de si te gusta la moda o no; en algunas personas se nota más forzado. A mí personalmente me encanta desde pequeña. Siendo una niña ya me vestía con todo tipo de prendas, así como muy extravagante e intensa. Consumo mucha moda porque me gusta y gracias a las redes tienes más cerca las cosas que quieres.
Vestido en seda azul claro con detalle trampantojo en la parte delantera y bolso C’mon en piel. De Fendi.
Los diseños de Fendi destacan por su atemporalidad. ¿Qué tiene que tener una actriz para ser atemporal y no pasar nunca de moda? Ha de reinventarse constantemente, tener las cosas claras y rodearse de gente positiva. En este mundo muchos se acercan por interés y por eso está buenísimo elegir un equipo desde el corazón para que te acompañen a cumplir tus sueños. Hay muchas cosas que no se pueden hacer sola, creo en el trabajo en equipo.
Después de tantos años habrás desarrollado un radar para detectar a los interesados… No, soy muy boluda, pero tengo amigos que me lo dicen. A mí alguien me puede parecer divino y luego ellos me hacen darme cuenta de que no es así. Soy muy ingenua.
También acabas de arrancar tu carrera como cantante. ¿Contenta con el resultado? Mucho. Justo este año estoy con muchos proyectos como actriz y está siendo difícil compaginar las dos cosas, pero estoy experimentando, encontrando y divirtiéndome. Me muero por ofrecer un concierto en vivo; siempre fue mi sueño. Trabajar en Soy Luna me despertó las ganas de hacer mis cosas y que nadie me diga cómo tengo que cantar o bailar, sino ser yo mi propia jefa. Eso es lo que estoy haciendo en la música.
Jersey Cárdigan en lana y top de encaje blanco. De Fendi.
¿Es muy distinta la Valentina actriz de la Valentina cantante? Me cuesta mucho tener un personaje para la vida, soy siempre igual. Admiro a la gente que puede tenerlo, pero a mí se me nota todo en la cara. Siempre digo la verdad porque me sale así, aunque a veces me tienen que callar.
Nuestra lista de éxitos se ha tornado en albiceleste en los últimos tiempos gracias a artistas como Nathy Peluso, Tini, Lali o a ti misma. ¿Acabaremos tomando mate? ¡A nada están los españoles de tomar mate! (ríe). Los argentinos somos lo más, ¿qué te voy a decir? Somos un poco como una plaga; por donde caminas escuchas un acento argentino. Estamos parando el mundo.
Y, al igual que en España tomaremos mate dentro de poco, ¿qué podrían importar en tu país desde aquí?
Te lo voy a decir: en Argentina no hay Fanta de limón. En verano, cuando me quiero beber una clara, no lo paso bien. Esa podría ser una buena opción.
Fotografía: Javier Biosca. Realización: Francesca Rinciari. Maquillaje y peluquería: Alba Esteban. Asistente de realización: Piluca Valverde. Asistente de fotografía: Nano Hernández. Asistente de maquillaje y peluquería: Carla Valenzuela. Manicura: Lucero Hurtado. Arte: Laura Liz.
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