Vitamina C sí, retinol depende: esta es la rutina antiedad que tu piel necesita en verano

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Hidratación sí, claro, pero más ligera. Protección solar, ‘of course’, innegociable. ¿Antioxidantes? ¡Por favor! ¿Y retinol?… Aquí, una guía sencilla de los cosméticos que mejor tratan la piel (y previenen el envejecimiento prematuro) al calor de la playa y los que es mejor evitar, palabra de expertos.

A que no llevas medias tupidas en pleno agosto? ¿A que dices adiós a los jerséis de cuello alto si vas a la playa en verano? ¿A que no te calzas unas bailarinas de lana en plena ola de calor -a menos que seas mi compañera Blanca, por cuyos pies parece que la canícula no pasa ni pisa…-?

Si adaptamos el armario a las temperaturas altas y al entorno, playa o piscina, cabe preguntarse por qué no habría que hacer lo mismo con los cosméticos que usamos. Y no sólo ante una ola de calor extremo como la que acabamos de pasar, que puede afectar a nuestra piel y que se sienta más seca y deshidratada, provocando sensación de tirantez, irritación y picazón debido a la mayor pérdida de agua y alteración de la función barrera, sino a lo largo de todo el verano.

Así que sí, los dermatólogos y expertos en cosmética consultados están de acuerdo: la rutina de cuidado antiedad facial en verano y vacaciones no puede ser la misma que en pleno invierno. Vamos a ello.

¿Hay que cambiar la rutina en verano con respecto al verano?

Según Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8, cambiar la rutina facial según la época del año y la climatología es un rotundo sí. “En verano, la piel suele pedirnos texturas más ligeras que aporten mucha hidratación, sí, pero menos lípidos. Esto ocurre porque, habitualmente, en época estival, con la exposición al sol, la piel se queratiniza, se engrosa para protegerse. Además, en entornos de playa, la humedad ambiental favorece que la piel no se deshidrate”, cuenta Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza.

Por otra parte, en verano es más habitual utilizar productos con SPF -aunque ojo, en invierno tampoco se puede prescindir de filtros para rematar la rutina facial-, que suelen ofrecer una cierta labor oclusiva de sellado, por lo que dejamos esta partida, la de preservar la hidratación, más cubierta, aclara Nieto.

En verano lo importante es potenciar los productos con ingredientes antioxidantes, “como la vitamina C, E o el ácido ferúlico, imprescindibles para ofrecer una protección extra de la piel frente a los agresores externos como la radiación solar”, concluye San Gregorio. Es un gran cambio: venimos de un invierno donde lo primordial es hidratar y preservar esa nutrición con humectantes, emolientes y oclusivos, como explica Elisabeth San Gregorio, con productos ricos en ácido hialurónico, urea, pantenol, bisabolol, pero también aquellos que ofrezcan una reparación, activos como el escualano, las ceramidas y el ácido linonleico, por no hablar de los que sellan la hidratación, como la dimeticona o la goma biosacárida.

Una rutina facial básica y sin complicaciones según los dermatólogos

En cuanto a la rutina de cuidado de la piel en la playa y cuando aprieta el calor, la doctora Marta González, dermatóloga de IMR, recomienda optar, como hemos avanzado, “por productos fluidos y de absorción rápida para el cuidado de tu piel, además, puedes guardar ciertas cremas en la nevera para que te ayuden a refrescarte”. Huye en cambio del uso de cremas o pomadas que pueden sobrehidratar la piel y provocar la aparición de acné o empeorar afecciones preexistentes.

Algunas moléculas destacadas, para bien, de las rutinas de verano, son el ácido hialurónico y la niacinamida, que ayudan a atraer agua y restaurar la función barrera de la piel. ¿Más? “El empleo de brumas faciales con filtro solar facilita la reaplicación de la protección solar cuando la humedad es alta, y las aguas termales actúan como calmantes y refrescantes”, indica la experta, a modo de dos en uno infalible.

Qué activos usar en verano… y cuáles no: guía práctica

A modo de resumen, para que la rutina de belleza no nos complique un verano que, esperamos, sea placentero y descansado, la doctora Conchita Pinilla, experta en cirugía plástica y estética, nos proporciona esta guía de síes y noes para la piel de verano:

  • SÍ. Fotoprotección spf 50+ frente a las radiaciones. No por mucho decirlo está de más recordarlo, porque “la radiación solar del verano multiplica la aparición de manchas y empeora las ya existentes”.
  • NO. Haz un parón en la hidroquinona. Es el activo antimanchas más potente a nivel cosmético, pero “en verano hay que descansar de determinados ingredientes, como la hidroquinona (la podremos retomar en septiembre), tendiendo en cuenta que la radiación solar está más potente que el resto del año”.
  • SÍ. Pásate al ácido fítico y kójico. “Aconsejo cosméticos con ácido fítico, de grandes propiedades antioxidantes, y kójico, que es antimanchas y unificador del tono y las cicatrices; ambos pueden usarse por la noche en verano extremando la protección solar durante el día”.
  • NO… Olvides tu contorno de ojos. Es una época en la que entornamos mucho los ojos por el sol, y al ser la piel tan fina, sufre más con la radiación ultravioleta, así que conviene no olvidarse de aplicar el tratamiento específico para el contorno y llegar con el SPF a cubrir esta zona.
  • NO a los fotosensibilizantes. Precisamente porque “pega el sol” más que nunca, hay que tener cuidado con los activos que producen sensibilidad bajo el sol en cara y cuello, como la esencia de bergamota, y medicaciones que fotosensibilizan al sol, como los corticoides.

Y retinol en verano, ¿sí o no?

Es la eterna pregunta de cara al verano, ¿tengo que abandonar la cosmética con retinol? “Muchas personas tienen miedo a seguir con retinol en verano. La realidad es que si una piel está retinizada, es decir, acostumbrada a la molécula, y de día utiliza la protección solar estricta que todos debemos usar, puede seguir con él. Como sabemos el retinol, derivado de la vitamina A, es el ingrediente antiedad que ha demostrado científicamente mayor poder en la lucha contra arrugas, manchas, flacidez y a la hora de mejorar la textura cutánea y las marquitas de acné”, cuenta Pinilla.

Entonces, ¿de dónde viene la idea de que el retinol y el verano son enemigos íntimos? Pues de que hay muchos expertos que, por prudencia, prefieren retirar el retinol durante los meses de verano, no vaya a ser que no se siga con la protección solar a rajatabla y haya consecuencias en la piel. ¡Ah! Y lo que no se de debería de hacer de ninguna de las maneras es ‘estrenarnos’ con el retinol en verano. ¡Never¡

Lo que sí se recomienda “es reducir la frecuencia de aplicación del retinol en las noches en la playa ya que en pieles deshidratadas por un día al sol puede provocar irritación o sequedad con mayor facilidad”, subraya el doctor Manuel Ballesteros, dermatólogo de IMR.

Y, atención, lo mismo puede ocurrir por el efecto del salitre o el cloro en la piel, cuando la piel se encuentra más sensibilizada. “Prueba a bajar la concentración, disminuye la frecuencia o bien deja de utilizarlo mientras dura la irritación. Por la mañana usa un sérum o crema que reparen la barrera cutánea y regeneren”, concluye la doctora Conchita Pinilla.

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