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El waterwok consiste en añadir sabores y azúcar al agua para hacerla más atractiva y apetecible
Somos básicamente agua y hay un consenso médico general de que es importante que estemos bien hidratados. Todos nuestro organismo funcionará mejor.
¿Cuánta agua hay que beber? La recomendación varía según la época y tu actividad. En general la Organización Mundial de la Salud establece dos litros al día, o tres litros ahora que llega el calor.
El problema es que en la vorágine de la actividad diaria, quizá bebemos menos. Unos ‘influencers’ en TikTok han hecho viral una manera de animarte a beber e hidratarse, la tendencia #Watertork.
En qué consiste el watertok
Lo que proponen la tendencia watertok es algo más que sabido. Añadir sabores y azúcar al agua para hacerla más atractiva y apetecible. En resumen es crearte tu propio refresco casero.
@grandpasyummytoes POV: You’re on WaterTok #watertok#water#drinktok#drinkwater#watertokdrama#h2o♬ original sound – grandpa yummytoes
¿Por qué triunfa? Básicamente porque las propuestas son curiosas y originales. Hoy hay en el mercado (especialmente en el estadounidense) un verdadero arsenal de siropes y sobre en polvos con aromas para combinar. Te puedes encontrar aguas con sabor a tarta de cumpleaños, banana Split y un sinfín de gustos más.
Una vez has dado con tu receta favorita, vas rellenando un vaso con hielo y con una pajita y te lo llevas a todas partes. Como en Sudamérica hacen con el mate. Los creadores de estos vídeos aseguran que están mucho mejor hidratados.
Teniendo en cuenta que en España se calcula que el 75% de la población no bebe lo suficiente, no es un mal consejo. Lo que pasa es que puede ser peor el remedio que la enfermedad.
Por qué no es recomendable el watertok
Como ocurre en cualquier aspecto de la vida, probar una cosa no es malo. Y si el watertok sirve para hidratarse, especialmente en época de altas temperaturas, cuando hay más riesgo de sufrir un golpe de calor, es una buena solución.
Quizá puede ayudar a que beban personas especialmente vulnerables como niños y ancianos, que suele ser los que menos sensación de sed tienen, y por tanto se olvidan más de hidratarse. Pero no podemos convertirlo en un hábito.
En las recetas de estas aguas, como pasa en los refrescos comerciales, se le añade mucha azúcar para hacerla más atractiva. Así que todos los problemas que hemos encontrados en las poblaciones que beben solo refrescos aparecerán también si te hidratas a base de esta tendencia:
- Aparición de caries (por el azúcar) o daño en el esmalte (por el ácido cítrico de algunos polvos aromatizados).
- Sobrepeso y más riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Más riesgo de sufrir diabetes precoz.
Como son hidratos de carbono de alto índice glucídico, tras el pico de insulina, el cuerpo vuelve a requerir más dulce. Entramos en un círculo vicioso y no paramos de tomar azúcar.
Cómo hidratarse de forma más saludable
¿Cuál sería la alternativa para conseguir hidratarse sin necesidad a recurrir al azúcar? Si es un tema de darle sabor al agua, existen numerosas infusiones saborizantes que puedes preparar: roibos, mandarina… Otra idea es añadir una rodaja de pepino al agua. O unas hojas de menta.
Tomar agua con gas puede ser otra forma de beber sin la sensación de que solo tomas agua. Claro que si tienes flatulencias muy a menudo no es tampoco la mejor opción.
De todas formas, lo ideal es que nos convenzamos a nosotros mismos de que no hay nada más sano y natural que el agua. Que es necesario hacer un esfuerzo y beber para mantener el cuerpo en forma y saludable.
Cómo saber si no nos hidratamos bien
Cada día se nos va agua de muchas maneras sin que seamos conscientes. No solo al orinar o sudar haciendo ejercicio. También con las heces, al hablar y en la transpiración.
Hay que recuperar ese líquido para que la sangre fluya bien, se oxigene todo el cuerpo y todos los órganos puedan realizar sus funciones.
Los síntomas de la deshidratación empiezan por una boca seca, fatiga, dolor de cabeza y mareos.
Es bueno que tengamos una botella de agua cerca, en el trabajo por ejemplo, donde pasamos muchas horas seguidas concentrados. Es una manera de acordarnos de que hemos de beber.
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